La nueva reforma laboral no tendrá efecto en la industria turística hasta que la desestacionalización sea una realidad. Esta es la principal conclusión a la que llega la consultoría Braintrust en su último Barómetro Turístico, en el que recalca que la salida del efecto calendario también supone un gesto que influye en el reto de la sostenibilidad.
Por culpa de la estacionalidad del sector, se viven picos en los que la actividad sufre ante la falta de estrategias de segmentación de la demanda, con una escasa innovación en las propuestas de valor y carencia de planes estratégicos a corto, medio y largo plazo.
Así, según el gráfico que dibuja el estudio según los datos de 2019, se muestra la concentración del alojamiento en los meses de mayo a septiembre, frente al bajo movimiento fuera de dicho período, lo que supone una inmensa dificultad para la sostenibilidad económica del modelo, y con ello para una empleabilidad continuada.
La sostenibilidad económica, unida a la medioambiental
La sostenibilidad medioambiental está copando el interés de la mayoría de las empresas con un 75% de opiniones favorables. Sin embargo, la sostenibilidad económica se encuentra muy por debajo, siendo ésta la responsable de un modelo de valor añadido y dinamizador de las economías locales, junto a la empleabilidad de calidad.
Este escenario sostenible es un baluarte de la nueva reforma laboral, que de no alcanzarse se encontrará con grandes dificultades, ante el marcado calendario estacional ante el que se enfrenta el sector, fomentando la discontinuidad de contratos.
Para José Manuel Brell, socio responsable de la práctica de Estudios y Modelos Cuantitativos, y de la Industria de Turismo y Ocio en Braintrust asegura que “los tiempos de perseguir récord de turistas internacionales han pasado a la historia porque la pandemia deja nuevos comportamientos en los viajeros que habrá que observar con atención”.
“Estamos trabajando para la industria, a través de la adaptación y personalización de su oferta, ya que saber combinar turistas nacionales e internacionales, a través de una buena segmentación, construye un modelo económicamente más sostenible, no sólo para los destinos sino para todos los actores de la cadena de valor turística”, asevera.
El viajero nacional, salvador de temporadas y el gran desestacionalizador
En estos tiempos, previsiblemente próximos al final de la pandemia, el interés y la intención de viajar se está disparando, ya que 3 de cada 4 españoles declara que, si la situación se normaliza y desaparecen las restricciones, el viaje se convertirá en una de sus prioridades.
El turista nacional es el que más equilibrio le puede dar al modelo turístico, porque diversifica sus vacaciones a lo largo de todo el año, y elige destinos españoles para viajes de fin de semana o estancias cortas como los city breaks.
Según el Barómetro, este año casi un 75% de los españoles se quedará en España, incluso aunque se levanten las restricciones internacionales. Este deseo aumenta gracias a la promoción intensiva de los destinos desde el comienzo de la pandemia.
El sector hotelero duda si los cambios serán coyunturales o estructurales
José Ignacio Sánchez Butragueño, director de Hotelería y Ocio de Braintrust, concluye que la hotelería se encuentra en un punto de inflexión del que debe salir reforzada, gracias a la definición de Planes Estratégicos a corto, medio y largo plazo, capaces de afrontar el reto del turismo en España, recuperar la demanda mientras se transforma la industria.
Para Butragueño, los datos de 2021 no son del todo representativos, pero muestran unas tendencias válidas y de las que se sacan conclusiones interesantes.
Los hoteleros no deben esperar que todo vuelva a ser como antes y es momento de diversificar y adaptar la oferta, de redefinir la propuesta de valor y maximizar la rentabilidad. Las claves son la innovación, la sostenibilidad –económica, social, medioambiental y territorial– y un enfoque de rentabilidad a través de un mayor ADR (precio medio) para que España vuelva a liderar el turismo del futuro.
Los hoteleros no deben esperar que todo vuelva a ser como antes y es momento de diversificar y adaptar la oferta, de redefinir la propuesta de valor y maximizar la rentabilidad.
ResponderEliminar