Unas 447.800 personas visitaron en 2021 la ciudadela Inca de Machu Picchu, joya del turismo en Perú, lejos de los 1,5 millones que solía recibir antes de la pandemia. Machu Picchu, con mucho el mayor atractivo turístico del país, es la atracción que más ha resistido la crisis: el resto del país está bastante peor.
“La Dirección de Cultura de Cuzco, informó que la ciudadela Inca de Machu Picchu recibió 447.800 visitantes durante el año 2021″, indica un comunicado del ministerio de Cultura que se encarga de administrar los accesos al complejo. Antes de la pandemia en 2019, la ciudadela había sido visitada por 1.505.428 millones de turistas, según cifras oficiales, lo que significaba unos 4.345 pasajeros por día. Las cifras de 2021 no son ni el 30 por ciento de lo habitual.
El año 2020 fue aún peor básicamente porque el acceso a las ruinas estuvo cerrado durante ocho meses consecutivos, lo que hizo que sólo se contabilizaran las cifras de enero y febrero más una cuota marginal a final de año, que totalizaron 274.594 visitantes.
El flujo de visitantes comenzó el 2021 con una cifra prometedora en el mes de enero, sin embargo, durante febrero se suspendieron las visitas por segunda ola de la pandemia. En marzo se reiniciaron las visitas y a partir de entonces se registró una tendencia creciente hasta alcanzar su pico más alto durante el mes de octubre, cuando se reportó el ingreso de 67.583 visitantes.
En un país como Perú, donde miles y miles de personas viven directamente de los turistas, especialmente en las zonas menos densamente pobladas, la economía un 11% en 2020 y estuvo en recesión hasta junio del 2021, pero el golpe fue mucho mayor en el turismo, que cayó un 50%. Cuzco dejó de ingresar unos 1.400 millones de dólares por la ausencia de turistas.
El flujo de visitantes comenzó el 2021 con una cifra prometedora en el mes de enero, sin embargo, durante febrero se suspendieron las visitas por segunda ola de la pandemia.
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