Alex Zozaya ha sorprendido al convertirse en el primer transformador hotelero del Caribe con su concepto All Inclusive que en plena plenitud, en el ecuador de la cincuentena, ha decidido retirarse luego de dos décadas impulsando una AMResorts que es hoy junto a Riu y Meliá la cadena con más cuartos en la región.
Ahora, el que ha sido líder del grupo vertical más potente de Estados Unidos con Apple Leisure Group (ALG), que KKR y KSL vendieron este año a Hyatt por US$2.7 mil millones, se dedicará a presidir dos fundaciones, una dedicada a proteger los tiburones en México y la otra, un orfanato en Honduras.
Zozaya, que recibió en 2018 el premio REPORTUR en Fitur ante los principales líderes de la industria hispanohablante, siempre explicó que sus inicios no fueron fáciles, pues tuvo que lidiar con una industria que no creyó en su concepto de todo incluido, por lo que tuvo que lanzarse a crear su propia hotelera, AMResorts, en 2001 (Los líderes turísticos homenajean a Zozaya, premio REPORTUR).
“La gente se reiría de mí cuando dije hace 12 o 15 años que todas las marcas hoteleras mundiales entrarían en el espacio todo incluido. Dirían: es para un mercado específico. Eso no es lo que saben hacer. Bla, bla, bla. Ahora, todo el mundo está participando en todo incluido”, ha señalado.
A partir de la creación de AMResorts, bajo el paraguas de Apple Leisure Group (ALG), Zozaya lideró durante los siguientes 20 años la transformación de la hotelería del Caribe que se convirtió en ejemplo mundial de un concepto que ahora replican las marcas más lujosas (Zozaya y Coll: el sueño americano en resorts al vender ALG a Hyatt).
“En el futuro, el todo incluido será casi la única forma. Seguirá teniendo el nicho, más hoteles boutique, pero creo que cada vez más propiedades, incluidas las para grupos o convenciones, tendrán todo incluido. El mercado lo exige”, ha sentenciado.
Y se atreve a visionar una nueva idea: los hoteles cuatro estrellas, solo adultos. “Creo que las propiedades de cuatro estrellas, solo para adultos, podrían tener mucho éxito, y ese producto no existe hoy. La gran mayoría de los productos que ves son de gama alta con precios altos, pero creo que hay un mercado más grande solo para adultos”, ha augurado.
Zozaya, con cuatro hijas y casado con Janine Mullen, la única hija del propietario de Apple Vacations, John Mullen, comenzó su carrera en Posadas, donde su padre era pequeño accionista, pero pronto sus jefes se percataron del talento único y precoz de un joven llamado a hacer historia en el turismo vacacional (Perfil de Zozaya, único americano en llegar a la cima del vacacional).
Rondando la treintena se alió a Javier Coll, un ex Barceló, y Gonzalo del Peón para lanzar su innovador concepto para el nicho vacacional de hoteles en gestión con varias marcas, siguiendo el ejemplo de las grandes cadenas urbanas como Marriott o Hilton, y en contraste con el modelo patrimonialista de Meliá, Riu, Iberostar o Bahía Príncipe (Grupo Piñero) (Barceló sigue a Zozaya y Escarrer con la multimarca en el vacacional).
Su visibilidad dio un salto en 2009 cuando fue el primer líder empresarial en atreverse a contradecir a los políticos sobre la estrategia de defensa del sector turístico, pues siempre recalcó que “además de mi compromiso con la empresa, tengo un compromiso con el turismo en el mundo”, sin miedo ni siquiera para rebatir a Donald Trump (Zozaya: “Además de con ALG, mi compromiso es con el turismo”).
Zozaya, durante el aumento sin freno de su poder en las últimas dos décadas, seguía siendo ambicioso y su meta era que Apple Leisure Group amplíase a todo el mundo su actividad, incluyendo un fulgurante desembarco en Europa a través de España y uno futuro también en Asia y Oriente Medio con su modelo de resorts ‘todo-incluido’.
Su historia es el mayor ejemplo en el Turismo del sueño americano, añadiendo a su capacidad pionera y creativa la del buen hacer para integrar culturas externas como probó con la compra de emisores como Mark Travel, Funjet, Travel Impressions o CheapCaribbean (Zozaya: 20 años aumentando poder como el líder turístico americano).
Zozaya, que fue el principal transformador del producto hotelero de Cancún junto a Pedro Pueyo y Carmen Riu, y uno de los grandes también de República Dominicana junto a Pablo Piñero, tuvo claro que su plan era jubilarse pronto para poder dedicarse a sus otras inquietudes filántropicas más allá del lucro privado.
El mexicano, considerado como la mayor personalidad turística latinoamericana, ha podido cumplir su objetivo sin precedentes, como el emperador europeo Carlos V hace quinientos años, pero siguiendo ligado desde un perfil más de inversor que de gestor al turismo con sus participaciones en inmuebles de la cadena que ha impulsado.
Por todo ello, Zozaya se ganó de forma unánime el reconocimiento de toda la industria turística, no solo por sus logros en innovaciones conceptuales y por su volumen, sino también por su ética manera de proceder y cercanía con todo aquel que se le acercó.
Los grandes líderes de la hotelería vacacional caribeña siempre tuvieron elogios para quien era al mismo tiempo competidor y uno de sus grandes clientes, que cumplió sin excepción su palabra y supo contribuir a la unión de su sector gracias a lograr una gran afinidad con sus colegas españoles, y en especial los mallorquines.
Zozaya allanó su marcha garantizando la continuidad del proyecto de ALG y AMResorts con sus nuevos dueños de Hyatt, donde su equipo encabezado por Alejandro Reynal acumula tiempo y conocimientos para mantener la senda que con extraordinaria visión y valentía marcaron sus fundadores.
La obra de Zozaya, así, entrará a formar parte de una historia del turismo vacacional cuyas grandes figuras hasta ahora eran españolas, y habiéndose convertido en el mexicano más relevante que tuvo la industria que más riqueza y empleo generó en las últimas décadas.
“En el futuro, el todo incluido será casi la única forma. Seguirá teniendo el nicho, más hoteles boutique, pero creo que cada vez más propiedades, incluidas las para grupos o convenciones, tendrán todo incluido. El mercado lo exige”, ha sentenciado.
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