Las restricciones de Portugal empezarán a aplicarse a partir del 1 de diciembre con el fin de contener la transmisión de la Covid-19 en el país.
Estas medidas significan un nuevo revés para los sectores que empezaban a recuperarse, como es el caso del turismo o de la restauración, que se verán obligados a demorar unos meses la reactivación.
Marta Temido, ministra portuguesa de Sanidad, infomó de que las nuevas medidas restrictivas, como la obligatoriedad de un certificado de vacunación y la necesidad de test negativos para entrar en el país, además de la recuperación del teletrabajo o una semana de ‘contención’, tras la Navidad, resultan ‘proporcionales e intentan afectar, lo menos posible, a la vida y normalidad de todos’.
La ministra indicó que, ‘cada quince días duplicamos el número de nuevos casos’, persiguiendo que la aplicación de esas medidas puede contener la transmisión del virus.
Mientras, las patronales de sectores como el turismo, la hostelería, la restauración y el ocio nocturno, pese a entender las nuevas medidas, temen que las restricciones signifiquen un impacto negativo, justo cuando empezaban a recuperarse a las puertas de la campaña de Navidad.
Así, desde AHRESP, Asociación de Hotelería, Restauración y Similares de Portugal, se ha exigido la aplicación de mecanismos que sean ‘robustos de apoyo y reparadores’ para el sector’ ante el impacto de las nuevas restricciones.
El anuncio del Gobierno de Portugal se produce en el momento en el que el país se prepara para las elecciones generales del 30 de enero de 2022, después de la crisis política que impidió la aprobación del proyecto de Presupuestos para 2022.
La semana de contención
Entre los días 2 y 9 de enero de 2022 se va a implantar la denominada semana de contención, aplicando el teletrabajo obligatorio, el cierre de discotecas y bares y el retraso en el inicio del trimestre escolar, que pasará del 3 al 10 de enero.
El Parlamento ha autorizado al Gobierno para decretar el uso de mascarilla en la calle si lo considera necesario.
Todas estas restricciones se van a acompañar de un refuerzo de los controles fronterizos, que no van a implicar el cierre de la frontera terrestre con España, según ha querido confirmar el ministro de Administración Interna, Eduardo Cabrita.
La ministra indicó que, ‘cada quince días duplicamos el número de nuevos casos’, persiguiendo que la aplicación de esas medidas puede contener la transmisión del virus.
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