Delta plus ya está en España. El Ministerio de Sanidad ha notificado hasta 35 casos en cinco comunidades que podrían haberse contagiado con la última versión de coronavirus. Las personas infectadas con esta subvariante se han identificado en Cataluña (26), Castilla-La Mancha (3), Castilla y León (2), Madrid (2) y la Comunidad Valenciana (2). «El porcentaje que supone respecto al total de casos secuenciados en España es por el momento bajo pero se aprecia una tendencia ascendente en las últimas semanas», admite el informe.
Con toda seguridad, la nueva variante circula de forma silenciosa por otras zonas del territorio, como ya hace por otros puntos de Europa. El SARS-Cov-2 solo necesita tiempo para transformarse en un patógeno con más capacidad infecciosa o con habilidad para sortear a las vacunas. Pero la variante Delta que surgió en la India es aún la versión del virus con más capacidad de contagio. Duplicó la capacidad de transmisión de su predecesora y multiplicó por cuatro la que tenía el virus en sus inicios cuando la epidemia estalló en Wuhan. La subvariante Delta plus o AY4.2 aún no le ha arrebatado este puesto y no se sabe si se convertirá en una nueva emergencia sanitaria. De momento, no lo es y los primerios indicios apuntan a que no lo será.
El rasgo más inquietante es que posee dos mutaciones en la proteína spike que podrían darle alguna ventaja para transmitirse, según la información de la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas. Ese cambio podría hacerla «ligeramente más transmisible», aunque aún no está claro. «Como otras variantes, hay que vigilarla y monitorizarla antes que alarmarse», asegura el bioquímico y biólogo molecular, José Manuel Bautista. Este experto coincide, como otros, en la necesidad de investigar más «sin alarmismos» y recuerda que su presencia aún es muy baja.
Por ahora, la alerta no es comparable con la emergencia que supuso la aparición de beta o de delta. Otro dato positivo es que aún no hay ninguna evidencia de que esta variante pueda sortear las actuales vacunas y terapias.
Poco prevalente
En Estados Unidos también es poco prevalente. Los datos del CDC, el Centro para el Control de las Enfermedades de Estados Unidos, aseguran que menos del 0,005% de todos las infecciones se deben a esta subvariante.
En el Reino Unido sí tiene mayor protagonismo y representa ya un 6 % de las variantes secuenciadas. Su presencia coincide además con un repunte de la infección en el país, aunque las autoridades sanitarias británicas aún no tienen claro que se explique solo por la circulación de Delta plus. El escaso uso de la mascarilla podría ser uno de los motivos. El 19 de julio el gobierno británico levantó todas las restricciones, y aunque muchos la siguen llevando, y se exigen en algunos establecimientos privados o en el metro de Londres, un gran porcentaje de la población ha decidido dejar de utilizarla. A esto se suma la llegada del otoño y, por consiguiente, del frío, lo que obliga a quienes quieran reunirse a hacerlo en interiores; así como el inicio de las clases en todo el país a inicios de septiembre.
En Dinamarca baja
Curiosamente, en Dinamarca donde Delta plus llegó a representar el 2 por ciento de todos los casos detectados, su presencia está descendiendo. Esto sería una señal más de que quizá esta subvariante no sea más nociva y vaya a desplazar a su predecesora. Puede que, finalmente, no tenga un impacto en la pandemia.
Aún es muy temprano para sacar conclusiones, asegura José Manuel Bautista quien pide hacer lo que está en nuestras manos: tomar precauciones y utilizar mascarillas en el interior de los edificios. « Las vacunas son eficaces pero no esterilizantes y el virus aún circula porque los niños que padecen la infección de forma asintomática aún no están vacunados».
Por ahora, la alerta no es comparable con la emergencia que supuso la aparición de beta o de delta. Otro dato positivo es que aún no hay ninguna evidencia de que esta variante pueda sortear las actuales vacunas y terapias
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