lunes, 13 de septiembre de 2021

Agonía de Sánchez para evitar con la OMT el mayor fiasco diplomático de España


España corre un serio riesgo de perder la sede de la Organización Mundial de Turismo (OMT), el único organismo de la ONU que cobija el país. La ofensiva de Arabia Saudí para mudarlo de Madrid a Riad está demostrando tener mucha fuerza, según ha podido constatar la propia ministra española de Turismo, Reyes Maroto. Y este traslado supondría el mayor fiasco diplomático para la imagen de España, por lo que el Gobierno le ha dado prioridad absoluta en su agenda internacional.

El desgaste en este sentido ya es mayúsculo para el Gobierno ante las recientes derrotas de España en organismos internacionales. Entre las más sonadas cabe citar la de la vicepresidenta Nadia Calviño para presidir el Eurogrupo, o la del ex ministro de Ciencia, Pedro Duque, para la Agencia Espacial Europea, así como el intento fallido de la ex ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, para la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Esta sucesión de fracasos debilitado la posición de España en los organismos internacionales. El actual gobierno es el que más ha sufrido en menos tiempos, pero también los anteriores tuvieron los suyos, con el principal en el caso del de Mariano Rajoy de no lograr colocar a Luis de Guindos al frente del Eurogrupo cuando era ministro de Economía, o el de José Luis Rodríguez Zapatero cuando el ex ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos perdió la secretaría general de la FAO.

Albergar la sede de la OMT en España apenas supone beneficios prácticos para el país, aunque sí a nivel de imagen y prestigio para apuntalar su presentación como la gran potencial mundial del Turismo. Y ahora, Arabia Saudí quiere diversificar su economía con el turismo y robarle el posicionamiento a una España donde una ruidosa parte de sus ciudadanos son incapaces de reconocer alguna bondad al sector que impulsa al sostenimiento de sus servicios públicos.

La ministra Maroto acudió esta semana a la reunión que los países africanos de la OMT celebraron en Cabo Verde y apreció que Arabia Saudí se ha ofrecido a pagar todas las cuotas impagadas de los Estados con la OMT, ganándose el voto de todos los países africanos, de igual modo que puede ocurrir con los asiáticos. Riad prevé presentar su propuesta de cambio de sede en la Asamblea General de la OMT, que se celebra en noviembre en Marrakech, y necesita dos tercios de los votos para lograrlo.

El Gobierno de Pedro Sánchez, ante ello, ha enviado instrucciones a toda su red de embajadas de que la máxima prioridad es salvar la OMT, y también ha pedido ayuda a la Unión Europea para actuar unida. No obstante, uno de los problemas para España es que el secretario general de la OMT, el georgiano Zurab Pololikashvili, batalla a favor de Arabia Saudí (Oliver: sueldo de 123.000 euros y su “gran amistad” con Armengol).

El propio jefe del Ejecutivo estará entre el 19 y el 24 de septiembre en Nueva York ante la Semana Ministerial de las Naciones Unidas, dentro de la Asamblea General, donde se volcará para evitar el que sería el mayor fiasco diplomático en cuanto a imagen para España, que si no es capaz de retener los organismos que cobija, más le costará atraer nuevos, después de que en noviembre de 2017 ya perdiera Barcelona sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

Pedro Sánchez, que a nivel diplomático ya quedó marcado por su singular paseíllo con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se centra en evitar más cuestiones para el desgaste de imagen, tras el agudo encarecimiento de la luz. No obstante, esta vez la batalla se juega en defender al Turismo, cuando ha excluido al sector de los PERTE de los fondos europeos, y en su partido hay una fuerte corriente que cada vez que menciona al sector es para señalar únicamente sus perversiones.

Precisamente, el capítulo más polémico aconteció cuando el Gobierno usó a la OMT para colocar a Isabel Oliver, con un sueldo anual de 120.000 euros, tras cesarla como secretaria de Estado de Turismo, como adelantó Preferente en exclusiva. La política mallorquina es la más cercana a la presidenta balear, Francina Armengol, y fue elegida inesperadamente por ella como cabeza de turco para que el fiasco de los sellos Covid no acumulase más desgaste par la ministra Reyes Maroto.

Sánchez acababa de cesar a dos ministros por escándalos, y no podía permitirse por cuestiones de imagen a que un tercero corriera la misma suerte, ante el riesgo de abrir una percepción de grave crisis e inestabilidad. Y para no dejar a la amiga de Armengol como la culpable, se eligió la fórmula de buscarle acomodo en el mismo día del cese, para aparentar un ascenso, pagado a cargo del erario español (El Gobierno paga a Oliver 123.000€ tras destituirla como secretaria de Turismo).

España ha sido la potencia que menos ayudas ha dado a su sector, en consonancia con los ataques del gobierno a una actividad que según el ministro de Consumo, Alberto Garzón, es “precaria, estacional y de bajo valor añadido”. Una visión compartida por bastantes miembros del gabinete, que abogan por denostar al Turismo e insistir en un cambio de modelo. Y ahora, el país depende de defender al sector para evitar el que sería el mayor golpe diplomático en términos de imagen si Arabia Saudí se lleva a Riad la sede de la OMT. Y para evitar que cunda aún más una sensación de decadencia del país.

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1 comentario:

  1. El Gobierno de Pedro Sánchez, ante ello, ha enviado instrucciones a toda su red de embajadas de que la máxima prioridad es salvar la OMT, y también ha pedido ayuda a la Unión Europea para actuar unida. No obstante, uno de los problemas para España es que el secretario general de la OMT, el georgiano Zurab Pololikashvili, batalla a favor de Arabia Saudí (Oliver: sueldo de 123.000 euros y su “gran amistad” con Armengol).

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