No hace tanto que Boeing y Embraer, el fabricante brasileño de aviones de medio alcance, rompieron un acuerdo previo para su fusión. Como Airbus acababa de quedarse con Bombardier, a Embraer no le queda más remedio que reorganizarse en solitario.
Esta semana presentó su informe anual que revela beneficios por primera vez en tres años.
Pero lo más interesante para los expertos fue que en la misma comparecencia presentó un avión nuevo, en competencia directa con ATR: un nuevo concepto de turbohélice, desconocido en la aviación comercial. Se trata de un avión turbo hélice con los motores en la cola, como en los DC9, pero con hélices.
El nuevo diseño utiliza el fuselaje de los aviones E1. Esta nueva concepción significa que el avión es mucho más silencioso. Embraer había fabricado previamente el EMB120 Brasilia, un turbo hélice, pero no fue un éxito internacional como sus aviones a reacción.
El nuevo avión de Embraer tiene capacidad para entre 80 y cien pasajeros, dependiendo de la configuración interior que se le quiera dar, bastante similar a sus rivales en el mismo segmento de mercado, el canadiense Dash8-400, ahora propiedad de De Havilland y antes de Bombardier, o la familia europea de ATR, tanto el 42 como el 72.
Pero lo más interesante para los expertos fue que en la misma comparecencia presentó un avión nuevo, en competencia directa con ATR: un nuevo concepto de turbohélice, desconocido en la aviación comercial. Se trata de un avión turbo hélice con los motores en la cola, como en los DC9, pero con hélices.
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