Tengo más de 20 años practicando kayak de forma deportiva y recreacional, una actividad que me da la sensación de libertad. Disfruto mucho navegando porque mantengo una conexión con la naturaleza. A la hora de remar es muy importante enfocarse en el trayecto y en lo que está alrededor.
Mi profesión es economista, y soy director del diario La Calle de Valencia. Aprendí a remar con amigos y es importante conocer la técnica para no lesionarse. Comencé a practicarlo cuando participaba en carreras que se mezclaban con kayak, bicicleta y montañismo.
A pesar de que he realizado muchos recorridos por diferentes playas y ríos de Venezuela una travesía que siempre recuerdo es la que hice con un grupo de amigos en la Península de Paria, por la belleza del lugar que continúa siendo virgen. En esta zona del estado Sucre hay muchas montañas de un color verde intenso en la costa que hacen contraste con el mar de tonos oscuros por la profundidad que lo caracteriza.
Transportamos los kayaks en un trailer y en el techo de los vehículos, hasta Güiria. Estudiamos la zona, planificamos el recorrido con un mapa y zarpamos al día siguiente con rumbo a Macuro, en un trayecto que nos tomó cinco horas. Los habitantes de la población son colaboradores y muy amables.
Durante la travesía vimos gran variedad de aves, delfines, manatíes y tortugas gigantes que se acercaron a las embarcaciones.
La sorpresa más impactante fue al llegar de noche a Macuro, donde comenzamos a ver el plantón. Cuando clavábamos la pala (el remo) se comenzó a estimular el plantón y veíamos como la quilla del kayak dejaba una estela en el mar. Es asombroso e impresionante ver la luminiscencia de esos microorganismos.
Muy cerca está el hermoso Parque Nacional Turuépano con manglares y canales, donde confluyen el agua del mar y de los ríos.
Íbamos preparados con alimentos, kit de primeros auxilios, bomba de achique, gorra y protector solar. Venezuela tiene de todo y es maravilloso navegar en sus aguas.
Muy cerca está el hermoso Parque Nacional Turuépano con manglares y canales, donde confluyen el agua del mar y de los ríos.
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