Playa del Silencio, en Cudillero - Marcu Ovidiu

Zambullidas frescas en arenales tranquilos, curiosos o salvajes de Galicia al País Vasco

El norte es un destino veraniego de moda para mantener las distancias. Su fresca fachada marítima invita a un viaje estimulante a través de diez arenales. Desde tranquilos y urbanos a ensenadas salvajes o alejadas calas. He aquí diez propuestas –cabrían otras muchas– para un viaje de playa en playa por el norte de España.

1. Arrigunaga, Getxo (Vizcaya)

Ambiente en la playa de Arrigunaga
Ambiente en la playa de Arrigunaga - Borja Agudo

Recortada por los impresionantes acantilados de La Galea este arenal es frecuentado por familias y surfistas al que se accede desde el barrio de Algorta en Getxo y se puede llegar en metro desde Bilbao. Disfrutar de su área de picnic o pasear desde el molino Aixerrota sobre el acantilado de La Galea ofrece vistas magníficas del fuerte y el faro de Punta Galea y un panorama abierto al estuario de Bilbao desde el mirador norte.

2. Itzurun, Zumaia (Guipúzcoa)

Vistas de la playa de Itzurun, en Zumaia (Guipúzcoa), rodeado de acantilados de hace millones de años
Vistas de la playa de Itzurun, en Zumaia (Guipúzcoa), rodeado de acantilados de hace millones de años - David Aprea

De las más admiradas del litoral vasco, Itzurun o de San Telmo es la playa más espectacular de Zumaia por los acantilados del flysch, un fenómeno geológico extraordinario que recoge millones de años de historia del planeta. Sus rocas y aguas cristalinas crean un paisaje de película y el oleaje es un reto para el baño. Para un chapuzón más tranquilo, la vecina playa de Santiago es la alternativa perfecta.

3. Berria, Santoña (Cantabria)

Playa de Berria
Playa de Berria

La santoñesa playa de Berria se deja embestir abiertamente por el Cantábrico entre la punta del Águila, en el monte Buciero, que asoma recubierto de intenso verdor del encinar cantábrico, y la punta del Brusco. Su arenal de algo más de dos kilómetros con su arena blanca y fina es destino de surfistas y bañistas precavidos.

4. La Rabia, Comillas (Cantabria)

Vista de la playa de Oyambre. en la desembocadura de la ría de La Rabia
Vista de la playa de Oyambre. en la desembocadura de la ría de La Rabia - Nacho Romero

Frente a la playa y el cabo de Oyambre y poniendo un magnífico broche a la ría de La Rabia, los 300 m de esta playa son perfectos para relajarse en el parque natural de Oyambre. El encuentro de las aguas oceánicas con los ríos Turbio y Capitán en la ría aportan una riqueza biológica que alimenta a infinidad de aves en la marisma de su desembocadura.

5. Buelna, Buelna (Asturias)

Playa de Buelna
Playa de Buelna - Juan Garcia Llaca

La magia de la playa de Buelna radica en sus remansadas aguas –que crean una piscina en el mar ideal para las familias– pero también en sus originales formaciones rocosas, como el famoso pináculo El Picón. Durante la bajamar cambia su extensión de 50 m hasta alcanzar casi un kilómetro de litoral. No caben muchos coches. Mejor acceder caminando.

6. Portizuelo, Luarca (Asturias)

Playa de Portizuelo
Playa de Portizuelo - Turismo de Asturias

El lugar favorito de paseo del Nobel luarqués Severo Ochoa (1905-1993). Está entre los paisajes más pintorescos del litoral occidental asturiano. Portizuelo, con sus bolos rocosos y curiosas erosiones marinas de afilados perfiles, es un destino costero de sustrato pedregoso que, a lo largo de 100 metros, concentra un gran atractivo visual. Se accede desde la localidad de Barcia o desde la cercana de Villar.

7. El Silencio, Cudillero (Asturias)

Playa del Silencio
Playa del Silencio - Marcu Ovidiu

Apenas 500 metros de arenal salvaje y sus aguas de matices esmeraldas en los días soleados, gracias a su sustrato rocoso, sitúan a la playa del Silencio entre las más bonitas del Cantábrico. Si el baño es con bajamar, mejor emplear sandalias para caminar sobre las rocas y cantos rodados. Asomarse desde los dos miradores sobre el acantilado que confina la playa es una forma de abarcar toda su belleza natural.

8. Melide, Cangas de Morrazo (Pontevedra)

Playa de Melide
Playa de Melide - Javier Torres Pereira

El llamativo entorno del cabo Home destaca abrupto por sus acantilados en el extremo occidental de la península de Morrazo como mirador privilegiado de las islas Cíes. A su lado, la playa de Melide, con 250 m de tentadoras arenas, asegura un disfrute tranquilo en un entorno bien preservado y baño garantizado por su calmado oleaje. Se llega por pista o a través de sendero.

9. A Frouxeira, Valdoviño (La Coruña)

Un grupo de niños disfruta de la playa de A Frouxeira
Un grupo de niños disfruta de la playa de A Frouxeira - Kiko Delgado

Los 3,5 km de finas arenas blancas, junto a una laguna litoral, de la playa de A Frouxeira conjuga el placer del baño con la observación ornitológica. Sus aguas son sanadoras y regalan el placer de adentrarse abiertamente en el Atlántico.

10. Rodas, Islas Cíes (Pontevedra)

Playa de Rodas, en las islas Cíes
Playa de Rodas, en las islas Cíes - Miguel Muñiz

Entre las mejores del mundo, la playa de Rodas, que enlaza la isla Norte o Monteagudo y la del Medio o do Faro, en el parque nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, es lo más parecido al ideal de una playa paradisíaca. La naturaleza virgen y la sensación de estar en medio del océano son el broche perfecto para culminar una jornada de exploración natural con un baño en sus aguas esmeralda admirando los acantilados de las islas o sus ricos fondos marinos.

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