CHORONÍ: UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE POR SUS PLAYAS DE ENSUEÑO –PLAYA GRANDE, CHUAO, CEPE, TUJA Y URICAO–, SU SELVA HÚMEDA TROPICAL, SUS CONSTRUCCIONES COLONIALES Y SU FOLCLORE
Las costas del estado Aragua son maravillosas y únicas. Ellas se mezclan en una forma muy armoniosa con algunas de las selvas más frondosas y vírgenes que hay en Venezuela.
Unas de las playas más espectaculares que se encuentran en estas costas están cercanas al pueblo de Choroní. De manera que usted debe viajar a Choroní apenas pueda. Resultará una experiencia inolvidable, no solo por las playas frondosas que descubrirá, sino por la selva húmeda tropical que recorrerá para llegar a ellas.
La travesía comienza en el Parque Nacional Henry Pittier, saliendo de Maracay por El Castaño. Se hace por una carretera muy estrecha construida en la época de Gómez. Esta vía nos lleva hacia las cumbres frías de la cordillera de la costa.
Desde arriba la vista hacia Maracay y sus alrededores es bellísima. Deténgase de vez en cuando para estirar las piernas y observar el paisaje.
Una vez superada la cuesta y comienza la bajada hacia la costa, la selva se presenta en su aspecto más impresionante. Neblina en abundancia, vegetación exuberante y más de 500 especies de aves volando a sus anchas entre los árboles.
En este punto estamos en el paraíso de los observadores de aves. Eso sí, mucho cuidado, porque las curvas son muy cerradas y debe conducir muy despacio, para que sus pasajeros no se mareen. Afortunadamente, los autobuses en la vía avisan con sus estridentes cornetas cuando se acercan a alguna curva fuerte.
Ya llegando a Choroní, usted se deleitará bordeando el río. Está lleno de innumerables pozas y caídas de agua, que le acompañarán durante un largo rato en su descenso, haciéndolo mucho más agradable.
Llegamos a destino: Choroní
Al entrar al pueblo de Choroní, verá una hilera de viejas casonas coloniales. Luego, en la Plaza Bolívar, encontrará el Santuario en honor a la Madre María de San José. Si bien es menos importante que el de Maracay, tiene mucho valor, porque esta santa nació allí.
Calles estrechas, repletas de enormes ventanas coloniales –casi todas cerradas–, le dan un ambiente a Choroní que lo distinguen de cualquier otro pueblo venezolano. Este ambiente nos transporta a la época en la cual la riqueza giraba en torno a las plantaciones de cacao.
La iglesia de Choroní es preciosa. Deténgase un rato allí y admire esa construcción colonial. Camine por la plaza Bolívar y, por supuesto, entre en el museo de la Madre María de San José.
Luego siga su camino hacia Puerto Colombia, ya en la costa. Si bien el pueblo no tiene muchos atractivos, la desembocadura del río y el malecón a su lado valen la pena mil veces. En la desembocadura siempre se estacionan decenas de peñeros muy coloridos, que ofrecen viajes hacia las playas cercanas.
Del otro lado del río hay una subida hacia una colina, desde donde se obtiene la mejor vista del lugar. Ideal para tomar fotos.
El malecón se llenaba antes de la pandemia de artesanos, turistas y conjuntos musicales que tocan tambor y bailan en una forma fascinante. Vale la pena mil veces pasear al borde de la playa. En las noches el lugar se reviste de una magia irresistible.
Playas para todos los gustos
Una vez deje sus pertenencias en la posada, vaya a la playa, que en la zona de Choroní hay para todos los gustos.
Playa Grande es la única playa a la cual podrá ir por tierra (caminando desde Puerto Colombia o en carro). Es larguísima y muy bella. Está llena de palmeras que sombrean una franja de arena ancha y muy fina, bañada por un oleaje fuerte y constante.
A la entrada de la playa hay muchos kioscos de comida que le ofrecen lo mejor. Tienen tolditos, bajo los cuales se puede sentar a comer.
Chuao, Cepe, Tuja y Uricao son todas playas de ensueño. Hay que tomar un peñero en Puerto Colombia para ir, pero valen la pena mil veces el viaje.
Comenzó como una encomienda de indios y siembra de cacao en la época colonial. Y terminó siendo uno de los destinos turísticos más bellos del estado Aragua, buscado por los turistas de todas partes. Visite a Choroní apenas esta vida tan bella le dé una oportunidad.
Cómo llegar
Desde Caracas tome la autopista regional del centro hacia Maracay. Salga en el distribuidor Palo Negro, a unos 96 Km de Caracas. Cuando esté en Maracay, busque los avisos que lo llevan a Las Delicias y siga hasta el final.
Una vez pasado el zoológico de Maracay, continúe por la misma vía hacia El Castaño, buscando siempre subir a la montaña. Pase el Hotel Pipo Internacional y ya casi está entrando en el Parque Nacional Henry Pittier.
La pendiente se va poniendo cada vez más fuerte mientras acaba la zona poblada. Va a adentrarse en una bella selva de vegetación liviana al principio y muy espesa después.
Dónde alojarse
En Choroní hay muchas buenas posadas que se encuentran, en su mayoría, bajando hacia la playa, en Puerto Colombia. Dependiendo de su estado de ánimo o del grupo con el cual viaje, debe escoger la más adecuada para sentirse mejor.
Por ejemplo, al hospedarse en La Casa de las García, teléfono (0243) 991.10.56, se sentirá como un “Gran Cacao” y compartirá 300 años de historia con la casona y sus dueños. Esa posada pertenece al Circuito de la Excelencia, que agrupa a establecimientos muy exclusivos alrededor de Venezuela.
Muy cerca está la Hacienda El Portete, teléfono (0243) 991.12.55, donde vivirá una experiencia inolvidable entre construcciones que recrean el pueblo colonial. Son 60 hectáreas de plantaciones y una playa llamada “El Diario” –dentro de la propiedad–, que le harán disfrutar todas las ventajas de Choroní.
Cacaoni Lodge, teléfono (0412) 693.44.60, es la posada más moderna y más a la moda hoy en día en Choroní.
Si desea relajarse en una suite con jardín privado y jacuzzi, no deje de hospedarse en La Posada Mesón Xuchitlan, teléfono (0243) 991.12.34. Esta casa, estilo colonial mejicana, está ubicada en la avenida principal de Puerto Colombia. Desde allí podrá caminar hacia el malecón o a Playa Grande.
Dónde reservar
En su agencia de viajes de confianza, o llamando directamente a las posadas.
Dónde comer
Almuerce en los kioscos de Playa Grande un pescado fresco bien liviano. La cena puede hacerla en su posada o en uno de los buenos restaurantes de Choroní. Por la pandemia, le sugerimos revisar sus horarios.
Madera Fina, teléfono (0243) 991.10.43, está catalogado como uno de los mejores restaurantes de Choroní. Tiene una terraza desde donde podrá observar atardeceres preciosos con el mar Caribe como escenario.
En el restaurante Paco’s, muy sencillo pero con servicio correcto, sirven unas pizzas deliciosas. Teléfono (0243) 991.11.74.
No olvide
Vaya con ropa liviana de playa. Solo al pasar lo más alto de la montaña sentirá un frío intenso. En esa carretera maneje muy despacio y con las ventanas abiertas, para que sus pasajeros no se mareen en las curvas.
Lleve mucho protector solar, pues el sol es más intenso aquí de lo que aparenta. Una buena toalla de playa le ayudará a pasarla mejor. Repelente para insectos, ya que en temporada de lluvias, al anochecer, pueden molestarle los zancudos.
No deje de hacer
Bañarse en un pozo del río que bordea la carretera llegando al pueblo de Choroní. El agua es helada, pero muy sabrosa. Se divertirá como un niño.
No deje de tomar un peñero para conocer Chuao, ese pueblito costero famoso en el mundo por la calidad de su cacao.
Chuao es el pueblo más antiguo del estado Aragua y su iglesia es espectacular. Dicen los lugareños que las puertas de la iglesia tienen más de 400 años. Durante las fiestas de Corpus Christi, los diablos danzantes de Chuao salen con máscaras negras y risas espeluznantes. Esta experiencia lo hará compenetrarse con las tradiciones de la zona.
Unas de las playas más espectaculares que se encuentran en estas costas están cercanas al pueblo de Choroní. De manera que usted debe viajar a Choroní apenas pueda. Resultará una experiencia inolvidable, no solo por las playas frondosas que descubrirá, sino por la selva húmeda tropical que recorrerá para llegar a ellas.
La travesía comienza en el Parque Nacional Henry Pittier, saliendo de Maracay por El Castaño. Se hace por una carretera muy estrecha construida en la época de Gómez. Esta vía nos lleva hacia las cumbres frías de la cordillera de la costa.
Desde arriba la vista hacia Maracay y sus alrededores es bellísima. Deténgase de vez en cuando para estirar las piernas y observar el paisaje.
Una vez superada la cuesta y comienza la bajada hacia la costa, la selva se presenta en su aspecto más impresionante. Neblina en abundancia, vegetación exuberante y más de 500 especies de aves volando a sus anchas entre los árboles.
En este punto estamos en el paraíso de los observadores de aves. Eso sí, mucho cuidado, porque las curvas son muy cerradas y debe conducir muy despacio, para que sus pasajeros no se mareen. Afortunadamente, los autobuses en la vía avisan con sus estridentes cornetas cuando se acercan a alguna curva fuerte.
Ya llegando a Choroní, usted se deleitará bordeando el río. Está lleno de innumerables pozas y caídas de agua, que le acompañarán durante un largo rato en su descenso, haciéndolo mucho más agradable.
Llegamos a destino: Choroní
Al entrar al pueblo de Choroní, verá una hilera de viejas casonas coloniales. Luego, en la Plaza Bolívar, encontrará el Santuario en honor a la Madre María de San José. Si bien es menos importante que el de Maracay, tiene mucho valor, porque esta santa nació allí.
Casas de Choroní
Calles estrechas, repletas de enormes ventanas coloniales –casi todas cerradas–, le dan un ambiente a Choroní que lo distinguen de cualquier otro pueblo venezolano. Este ambiente nos transporta a la época en la cual la riqueza giraba en torno a las plantaciones de cacao.
La iglesia de Choroní es preciosa. Deténgase un rato allí y admire esa construcción colonial. Camine por la plaza Bolívar y, por supuesto, entre en el museo de la Madre María de San José.
Luego siga su camino hacia Puerto Colombia, ya en la costa. Si bien el pueblo no tiene muchos atractivos, la desembocadura del río y el malecón a su lado valen la pena mil veces. En la desembocadura siempre se estacionan decenas de peñeros muy coloridos, que ofrecen viajes hacia las playas cercanas.
Del otro lado del río hay una subida hacia una colina, desde donde se obtiene la mejor vista del lugar. Ideal para tomar fotos.
El malecón se llenaba antes de la pandemia de artesanos, turistas y conjuntos musicales que tocan tambor y bailan en una forma fascinante. Vale la pena mil veces pasear al borde de la playa. En las noches el lugar se reviste de una magia irresistible.
Playas para todos los gustos
Una vez deje sus pertenencias en la posada, vaya a la playa, que en la zona de Choroní hay para todos los gustos.
Playa Grande es una playa de ensueño
Playa Grande es la única playa a la cual podrá ir por tierra (caminando desde Puerto Colombia o en carro). Es larguísima y muy bella. Está llena de palmeras que sombrean una franja de arena ancha y muy fina, bañada por un oleaje fuerte y constante.
A la entrada de la playa hay muchos kioscos de comida que le ofrecen lo mejor. Tienen tolditos, bajo los cuales se puede sentar a comer.
La playa de Chuao también es hermosa
Chuao, Cepe, Tuja y Uricao son todas playas de ensueño. Hay que tomar un peñero en Puerto Colombia para ir, pero valen la pena mil veces el viaje.
Cepe es otra de las mejores playas cerca de Choroní
Comenzó como una encomienda de indios y siembra de cacao en la época colonial. Y terminó siendo uno de los destinos turísticos más bellos del estado Aragua, buscado por los turistas de todas partes. Visite a Choroní apenas esta vida tan bella le dé una oportunidad.
Chuao, el pueblo del cacao, es el más antiguo del estado Aragua
Cómo llegar
Desde Caracas tome la autopista regional del centro hacia Maracay. Salga en el distribuidor Palo Negro, a unos 96 Km de Caracas. Cuando esté en Maracay, busque los avisos que lo llevan a Las Delicias y siga hasta el final.
Una vez pasado el zoológico de Maracay, continúe por la misma vía hacia El Castaño, buscando siempre subir a la montaña. Pase el Hotel Pipo Internacional y ya casi está entrando en el Parque Nacional Henry Pittier.
La pendiente se va poniendo cada vez más fuerte mientras acaba la zona poblada. Va a adentrarse en una bella selva de vegetación liviana al principio y muy espesa después.
Dónde alojarse
En Choroní hay muchas buenas posadas que se encuentran, en su mayoría, bajando hacia la playa, en Puerto Colombia. Dependiendo de su estado de ánimo o del grupo con el cual viaje, debe escoger la más adecuada para sentirse mejor.
Por ejemplo, al hospedarse en La Casa de las García, teléfono (0243) 991.10.56, se sentirá como un “Gran Cacao” y compartirá 300 años de historia con la casona y sus dueños. Esa posada pertenece al Circuito de la Excelencia, que agrupa a establecimientos muy exclusivos alrededor de Venezuela.
Muy cerca está la Hacienda El Portete, teléfono (0243) 991.12.55, donde vivirá una experiencia inolvidable entre construcciones que recrean el pueblo colonial. Son 60 hectáreas de plantaciones y una playa llamada “El Diario” –dentro de la propiedad–, que le harán disfrutar todas las ventajas de Choroní.
Cacaoni Lodge, teléfono (0412) 693.44.60, es la posada más moderna y más a la moda hoy en día en Choroní.
Si desea relajarse en una suite con jardín privado y jacuzzi, no deje de hospedarse en La Posada Mesón Xuchitlan, teléfono (0243) 991.12.34. Esta casa, estilo colonial mejicana, está ubicada en la avenida principal de Puerto Colombia. Desde allí podrá caminar hacia el malecón o a Playa Grande.
Dónde reservar
En su agencia de viajes de confianza, o llamando directamente a las posadas.
Dónde comer
Almuerce en los kioscos de Playa Grande un pescado fresco bien liviano. La cena puede hacerla en su posada o en uno de los buenos restaurantes de Choroní. Por la pandemia, le sugerimos revisar sus horarios.
Madera Fina, teléfono (0243) 991.10.43, está catalogado como uno de los mejores restaurantes de Choroní. Tiene una terraza desde donde podrá observar atardeceres preciosos con el mar Caribe como escenario.
En el restaurante Paco’s, muy sencillo pero con servicio correcto, sirven unas pizzas deliciosas. Teléfono (0243) 991.11.74.
No olvide
Vaya con ropa liviana de playa. Solo al pasar lo más alto de la montaña sentirá un frío intenso. En esa carretera maneje muy despacio y con las ventanas abiertas, para que sus pasajeros no se mareen en las curvas.
Lleve mucho protector solar, pues el sol es más intenso aquí de lo que aparenta. Una buena toalla de playa le ayudará a pasarla mejor. Repelente para insectos, ya que en temporada de lluvias, al anochecer, pueden molestarle los zancudos.
No deje de hacer
Bañarse en un pozo del río que bordea la carretera llegando al pueblo de Choroní. El agua es helada, pero muy sabrosa. Se divertirá como un niño.
No deje de tomar un peñero para conocer Chuao, ese pueblito costero famoso en el mundo por la calidad de su cacao.
Iglesia de Choroní
Chuao es el pueblo más antiguo del estado Aragua y su iglesia es espectacular. Dicen los lugareños que las puertas de la iglesia tienen más de 400 años. Durante las fiestas de Corpus Christi, los diablos danzantes de Chuao salen con máscaras negras y risas espeluznantes. Esta experiencia lo hará compenetrarse con las tradiciones de la zona.
Desde arriba la vista hacia Maracay y sus alrededores es bellísima. Deténgase de vez en cuando para estirar las piernas y observar el paisaje.
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