Redacción Caribbean News Digital
A pesar del aumento de las infecciones por el coronavirus y de los contratiempos en el despliegue de la vacuna en España, el secretario de Estado de Turismo Fernando Valdés dijo el miércoles que el país está trabajando para recuperar su sector turístico este verano.
"No podemos permitirnos otro verano como el de 2020", dijo Fernando Valdés en una conferencia en la Universidad Nebrija de Madrid.
Entre julio y septiembre del año pasado -la temporada alta en España- el número de turistas internacionales se desplomó un 79,2%.
El país, muy dependiente del turismo, vio cómo su PIB se redujo un 10,8% el año pasado, una de las caídas más pronunciadas del mundo.
Valdés reconoció que el turismo no recuperará aún los niveles anteriores a la pandemia, pero dijo que el Ministerio de Turismo español está trabajando para difundir el mensaje de que viajar "no es incompatible con la seguridad".
Sus declaraciones se produjeron mientras la UE acordaba los pilares básicos del llamado pasaporte vacunal.
Una de las enmiendas clave fue que no sería "una condición previa para ejercer los derechos de libre circulación y no es un documento de viaje, para subrayar el principio de no discriminación, en particular hacia las personas no vacunadas".
Esto podría considerarse un golpe para países como España, que esperaban que el documento permitiera viajar libremente a los vacunados.
España, como toda Europa, ha sufrido grandes retrasos en la vacunación, sobre todo por los problemas que rodean a las vacunas de AstraZeneca y Janssen.
Aun así, el país ha conseguido que el 17% de su población tenga al menos una inmunidad parcial mediante la vacunación.
Sin embargo, la tasa de infección en España sigue aumentando y ha alcanzado su nivel más alto desde finales de febrero. El miércoles, el Ministerio de Sanidad informó de más de 10.000 nuevos casos.
Sin embargo, con las tasas de positividad de las pruebas comenzando a nivelarse, parece que la cuarta ola de España puede terminar siendo relativamente pequeña en comparación con las anteriores que abrumaron el sistema de salud.
Se registraron otras 131 muertes por COVID-19, lo que eleva el recuento oficial de muertes en el país a 76.756.
A pesar del aumento de las infecciones por el coronavirus y de los contratiempos en el despliegue de la vacuna en España, el secretario de Estado de Turismo Fernando Valdés dijo el miércoles que el país está trabajando para recuperar su sector turístico este verano.
"No podemos permitirnos otro verano como el de 2020", dijo Fernando Valdés en una conferencia en la Universidad Nebrija de Madrid.
Entre julio y septiembre del año pasado -la temporada alta en España- el número de turistas internacionales se desplomó un 79,2%.
El país, muy dependiente del turismo, vio cómo su PIB se redujo un 10,8% el año pasado, una de las caídas más pronunciadas del mundo.
Valdés reconoció que el turismo no recuperará aún los niveles anteriores a la pandemia, pero dijo que el Ministerio de Turismo español está trabajando para difundir el mensaje de que viajar "no es incompatible con la seguridad".
Sus declaraciones se produjeron mientras la UE acordaba los pilares básicos del llamado pasaporte vacunal.
Una de las enmiendas clave fue que no sería "una condición previa para ejercer los derechos de libre circulación y no es un documento de viaje, para subrayar el principio de no discriminación, en particular hacia las personas no vacunadas".
Esto podría considerarse un golpe para países como España, que esperaban que el documento permitiera viajar libremente a los vacunados.
España, como toda Europa, ha sufrido grandes retrasos en la vacunación, sobre todo por los problemas que rodean a las vacunas de AstraZeneca y Janssen.
Aun así, el país ha conseguido que el 17% de su población tenga al menos una inmunidad parcial mediante la vacunación.
Sin embargo, la tasa de infección en España sigue aumentando y ha alcanzado su nivel más alto desde finales de febrero. El miércoles, el Ministerio de Sanidad informó de más de 10.000 nuevos casos.
Sin embargo, con las tasas de positividad de las pruebas comenzando a nivelarse, parece que la cuarta ola de España puede terminar siendo relativamente pequeña en comparación con las anteriores que abrumaron el sistema de salud.
Se registraron otras 131 muertes por COVID-19, lo que eleva el recuento oficial de muertes en el país a 76.756.
Sin embargo, con las tasas de positividad de las pruebas comenzando a nivelarse, parece que la cuarta ola de España puede terminar siendo relativamente pequeña en comparación con las anteriores que abrumaron el sistema de salud.
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