Lo ha escrito el profesor Víctor de la Serna—maestro de varias generaciones de periodistas, consumado experto en el buen yantar y prestigiado analista (con seudónimo) de básquet—: del 4 de abril al 4 de mayo la artillería pesada del Gobierno y aliados va a ser incesante contra Ayuso .
Nos espera un mes de manipulaciones de políticos, de periodistas y de famosos o famosillos zahúrdas luchando sin escrúpulos para evitar el triunfo de la Juana de Arco madrileña, desde la jarca de Iglesias a la grey de Sánchez pasando por los sectarios de las televisiones públicas y privadas.
Y no solo los Maroto y Negueruela, ministra y consejero de turismo de Baleares —este dice que la presidenta de Madrid pone en peligro el turismo europeo en España— sino que también se suman al carro y al corro populistas de botijo como el presidente de Cantabria y el candidato del Cs, entre otros tantos.
Sin olvidar a los Redondos y rasputines al uso y al ministro rescatador Jose Luis Ábalos, al que según Ruben Arranz, de obligada lectura después de Cacho en Vozpópuli, habrá que mirarle las cuentas después de su periplo en Transportes y Ferraz.
A todos ellos les importa una higa el turismo y Fitur y su única prioridad es desbancar de la Puerta del Sol a la política del PP: entre Fitur y Ayuso, que se fastidie Fitur y el turismo. Este es el debate: usar los contagios y la pandemia para atacar a Ayuso.
Los contagios suben en Madrid como se incrementan en Navarra y el País Vasco, pero en la primera comunidad el PSOE gobierna con los bilduetarras y en la segunda lo hace un partido mercantilista que sostiene a Sánchez. Pero Navarra y País Vasco —también La Rioja— no son demonizados por las centurias de la izquierda.
Prietas las filas, todos los enemigos de Isabel Díaz Ayuso transmitirán al mundo que Madrid no es un lugar seguro al incidir en el alza del índice de contagios y otras artimañas a propósito del Covid. El gobierno que apostó por Fitur se lo está cargando, una gran contradicción que no debería sorprendernos a estas alturas. Y el chivato de Ábalos, incrustado aún en los lobbies turísticos. Así nos va.
Prietas las filas, todos los enemigos de Isabel Díaz Ayuso transmitirán al mundo que Madrid no es un lugar seguro al incidir en el alza del índice de contagios y otras artimañas a propósito del Covid.
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