Redacción Caribbean News Digital
La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), que representa el 95% de la capacidad mundial de cruceros marítimos, ha pedido hoy a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos que levanten el marco de la Orden de Navegación Condicionada (CSO) y permitan planificar la reanudación gradual de las operaciones de cruceros desde los puertos estadounidenses a principios de julio. El plazo de principios de julio coincide con la previsión del Presidente Biden de cuándo Estados Unidos estará "más cerca de la normalidad".
"Durante los últimos ocho meses, ha continuado una reanudación muy controlada de los cruceros en Europa, Asia y el Pacífico Sur, con cerca de 400.000 pasajeros navegando hasta la fecha en más de 10 grandes mercados de cruceros. Estos viajes se completaron con éxito con protocolos líderes en la industria que han mitigado eficazmente la propagación del COVID-19. Está previsto que se realicen más viajes por el Mediterráneo y el Caribe a finales de la primavera y el verano", declaró Kelly Craighead, Presidente y Director General de CLIA.
Según la asociación comercial, la pequeñísima fracción de casos de COVID notificados (menos de 50 según los informes públicos) es dramáticamente inferior a la tasa en tierra o en cualquier otro modo de transporte. "Esto es un testimonio de la incomparable experiencia del sector, adquirida a lo largo de más de medio siglo, en la coordinación de los movimientos de los huéspedes y la tripulación, la organización eficiente de embarques y excursiones complejas y el diseño de buques tecnológicamente más avanzados y operativamente más ágiles que cualquier otro modo de transporte", dijo Craighead.
"El sector de los cruceros ha adoptado un alto nivel de reanudación en todo el mundo con un conjunto de políticas de varios niveles que se pretende revisar a medida que cambian las condiciones. Nuestros miembros continúan siguiendo este enfoque de varios niveles para mejorar la salud y la seguridad que ha demostrado ser eficaz, haciendo de los cruceros una de las mejores y más adaptables opciones para viajar", añadió. Craighead también señaló que "la aceleración del despliegue de las vacunas es un factor de cambio en la provisión de la salud y el bienestar del público, especialmente en los Estados Unidos, donde el presidente Biden espera que todos los adultos puedan ser vacunados para el 1 de mayo de 2021".
Tras la suspensión voluntaria de las operaciones de la industria hace un año, las líneas de cruceros se han visto impedidas de operar en los Estados Unidos por una serie de "Órdenes de No Navegación" emitidas por el CDC. La OSC se emitió el pasado mes de octubre, pero desde entonces el CDC no ha publicado ninguna otra orientación, como se pedía en la OSC, para apoyar la reanudación de las operaciones de los cruceros en Estados Unidos. La falta de acción por parte del CDC ha prohibido de hecho todas las salidas en el mayor mercado de cruceros del mundo. Los cruceros son el único sector de la economía estadounidense que sigue prohibido, a pesar de que la mayoría de los demás han abierto o han seguido operando durante la pandemia.
"La obsoleta CSO, que se emitió hace casi cinco meses, no refleja los avances probados y el éxito de la industria que opera en otras partes del mundo, ni la llegada de las vacunas, y trata injustamente a los cruceros de forma diferente. Las líneas de cruceros deberían recibir el mismo trato que otros sectores de los viajes, el turismo, la hostelería y el entretenimiento", subrayó Craighead.
Aunque algunas líneas de cruceros han anunciado algunas salidas para quienes se han vacunado, la CLIA no tiene actualmente una política relacionada con las vacunas. La organización y sus miembros están explorando un enfoque viable para considerar las vacunas, una vez que estén ampliamente disponibles, como parte de protocolos sólidos.
Según la CLIA, la reanudación de los cruceros como parte de la industria de los viajes en general proporcionará un impulso muy necesario a la economía de los Estados Unidos, ya que la industria de los cruceros sostiene casi 450.000 puestos de trabajo estadounidenses y contribuye con más de 55.500 millones de dólares anuales, antes de la pandemia. Según un modelo económico de la empresa de investigación BREA, se han perdido más de 300.000 puestos de trabajo en Estados Unidos debido a la suspensión de los cruceros. La mayoría de los afectados son propietarios de negocios independientes o personas empleadas en pequeñas y medianas empresas, como agentes de viajes, taxistas, empleados portuarios, manipuladores de equipaje y estibadores, así como trabajadores de aerolíneas, hoteles y restaurantes.
La mayoría de los afectados son propietarios de negocios independientes o personas empleadas en pequeñas y medianas empresas, como agentes de viajes, taxistas, empleados portuarios, manipuladores de equipaje y estibadores, así como trabajadores de aerolíneas, hoteles y restaurantes.
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