martes, 2 de febrero de 2021

Un nuevo confinamiento supondría pérdidas de 1.800 millones a la semana para las empresas españolas

Negocio cerrado durante el confinamiento de marzo

Negocio cerrado durante el confinamiento de marzo - INES BAUCELLS
Los puestos de trabajo afectados -despidos o expedientes de regulación de empleo- subirían en 482.000 adicionales si se diera un nuevo escenario de paralización de la economía, en base a los cálculos de Ceprede

Otro confinamiento estricto de la población con el consiguiente parón la actividad generaría aún más pérdidas millonarias para las empresas españolas. El impacto de congelar la economía para frenar la tercera ola de la pandemia ascendería a un agujero de 1.800 millones de euros semanales, de los cuales 1.100 millones corresponderían a las pequeñas y medianas empresas (pymes), según cálculos del Centro de Predicción Económica (Ceprede) presentado este lunes por la Confederación Española de Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme). «Las pymes absorberían el 60% de esta caída, ya que los sectores que en mayor medida sufrirían estas pérdidas son aquellos en los que la pequeña y mediana empresa tiene una presencia diferencial más alta», alertó el director general adjunto de Ceprede, Julián Pérez, durante la presentación del informe. La caída de la facturación aumentaría así en un 40% respecto a diciembre del año pasado, cuando se contabilizaron unas pérdidas de 1.200 millones por semana, y perjudicaría más a las compañías vinculadas a los sectores de la construcción, hostelería, comercio mayorista, comercio minorista, inmobiliarias, automoción y transporte terrestre.

En detalle, el director general adjunto de Ceprede advirtió de que si pasamos otra vez a una situación parecida a la vivida durante el primer estado de alarma, se produciría un deterioro adicional medio de la facturación del 4,2% para las compañías respecto a finales del ejercicio pasado. Como resultado, si la caída media de facturación a cierre de diciembre pasado se encuadraba en un 9,8% cuando ya había numerosas restricciones, con un nuevo encierro se incrementaría este desplome hasta el 14%. Las compañías más afectadas, que se dejarían de un 15 a un 20% adicional, serían las vinculadas al transporte aéreo, agencias de viajes o hostelería, entre otras vinculadas al turismo. No obstante, las empresas se han ido adaptando y sobreviviendo a las restricciones y la caída de la facturación media sería menor a la del pasado abril, cuando se alcanzó casi un 30%.

En términos de empleo, Pérez remarcó que unos 750.000 trabajadores siguen bajo el paraguas de un ERTE y pronosticó que los puestos de trabajo afectados -con despidos o expedientes de regulación de empleo- subirían en 482.000 adicionales si se diera un nuevo escenario de confinamiento, en bases a los cálculos de Ceprede. Es decir, se generaría un deterioro adicional de algo más de cuatro puntos en la facturación y de tres puntos en empleo, hasta un impacto total del 9,4%.

Tal y como sucedió durante un primer confinamiento, las consecuencias finales serían muy diferentes en las distintas ramas de actividad, con distintas repercusiones derivadas de un aumento de las restricciones de movilidad de los ciudadanos. Del informe se extrae que, por ejemplo, el transporte aéreo -que registraba unas caídas de facturación cercanas al 70% el pasado diciembre- sufriría un deterioro adicional de más de 20 puntos. Por su parte, las agencias de viaje encajarían un deterioro adicional de más de quince puntos, que les llevaría a una «práctica paralización total» de su facturación. Estas actividades son las que presentarían los peores resultados comparativos, seguidas por la hostelería o la producción de combustibles, que alcanzarían retrocesos entre el 60 y el 70% de su facturación.

Condonación de préstamos ICO

Ante este escenario de pérdidas, desde Cepyme instaron al Gobierno a aprobar medidas directas y a compartir el «esfuerzo» acometido por los empresarios durante el último año y ante la tercera ola de la pandemia de coronavirus. El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, recordó durante la presentación del análisis que se necesita profundizar en las ayudas directas a las pequeñas y medianas empresas, mayoritarias en el tejido empresarial español. «Estamos al límite, es gravísimo el momento actual con más de 10 meses en esta situación. Necesitamos una solución, el Gobierno no puede esperar sentado a que llegue la vacuna. La pyme tampoco se puede quedar sentada esperando a que pase la vacuna y estamos aquí para proponer medidas», subrayó Cuerva.

Entre las medidas consideradas como prioritarias para las pymes, Cuerva desgranó una serie de herramientas necesarias para frenar los problemas de liquidez como aumentar la cuantía de los préstamos para las pymes en 20.000 millones de euros y el otorgar ayudas directas a las pequeñas y medianas empresas por un importe semejante al 20% de la pérdida de facturación frente a 2019. Cuerva también insistió en la urgencia de aumentar los aplazamientos a la Seguridad Social y Hacienda hasta en 24 meses sin garantías adicionales, reducir el recargo de retraso del 20% al 5% y otorgar «vacaciones fiscales» en 2021 cuando la pérdida de facturación sea de un 30% en comparación con 2020, entre otras.

Para atajar los problemas de solvencia, desde Cepyme propusieron, además, la condonación de los préstamos ICO y su conversión en ayudas directas para las pymes, la aportación de inversión público-privada en fondos mixtos destinados a las pymes o medidas que fomenten el aumento del tamaño empresarial a partir de 50 trabajadores. También se reclamaron ayudas destinadas a la transformación digital de las compañías.

A una pregunta acerca de la renovación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), Cuerva respondió que no es el momento de hablar de salarios, sino de mantener el empleo y el poder adquisitivo en un escenario de desplome del PIB.

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1 comentario:

  1. A una pregunta acerca de la renovación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), Cuerva respondió que no es el momento de hablar de salarios, sino de mantener el empleo y el poder adquisitivo en un escenario de desplome del PIB.

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