lunes, 24 de febrero de 2020

Recorrer instalaciones del Humboldt costará más que entrar al museo de Louvre


Según información no oficial ofrecida por vigilantes de las instalaciones, la inauguración del complejo hotelero estaba prevista para el pasado febrero, y la tarifa que se pagaría para hacer un recorrido por las salas abiertas al público alcanzaría la bicoca de 50 dólares, más costoso que un boleto con visita guiada al museo de Louvre ($44) y el doble de una entrada el Museo Metropolitano de Nueva York ($25).

Hacia finales de 1956, el Hotel Humboldt destacaba entre las montañas caraqueñas y entraba al listado de las tantas obras emblemáticas construidas durante el mandato del dictador Marcos Pérez Jiménez. El nuevo ideal nacional estaba comenzando a dar sus frutos, pero solo para los que estaban en el poder. En el aquel entonces, el venezolano de a pie no tenía el privilegio de entrar a tan magnifica obra arquitectónica, una situación que la "revolución" ha perpetuado.

Con un tiempo de funcionamiento más que efímero (solo prestó servicios entre 1957 y 1961), seis décadas después de su inauguración, el Humboltdt sigue siendo unos de esos mitos urbanos que nutren la historia reciente de Caracas, cuyas instalaciones son conocidas por muy pocos pero donde todos especulan sobre la verdadera función de esta construcción, un elefante blanco que al igual que su contemporáneo El Helicoide, se ha convertido en coto privado de la cúpula chavista. De hecho, desde diciembre pasado se han realizado al menos tres grandes fiestas en las alturas del Ávila a las que ha tenido acceso sólo un graneado grupo de cercanos al gobierno.

Aun cuando oficialmente no ha abierto sus puertas al público, el pasado 14 de febrero, el juego de luces de la torre del Humboldt dejó claro que privilegiados enamorados celebrarían su día en la cumbre de cerro Ávila. La favorecida élite participaría en una fiesta que fue anunciada a través de un flyer que estuvo rodando por las redes sociales en días previos.

En la invitación no aparecía ningún teléfono o dirección de correo electrónico al cual comunicarse para pedir más información sobre el sarao, lo que dejaba bien claro que la celebración no era para el venezolano común.

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