Las navieras están muy comprometidas con la sostenibilidad porque, aparte de ser una obligación, preservar los recursos naturales del planeta es también un avance esencial para las generaciones futuras y para la propia experiencia del crucero.
Los barcos son cada vez más modernos y eficientes, y están sometidos a la normativa del transporte marítimo internacional, yendo, en muchas ocasiones, más lejos de lo que la ley exige.
Actualmente, un crucero consume hasta un 70% menos de combustible que hace 20 años. Aunque en comparación con el tráfico de navíos los cruceros son un porcentaje mínimo – en Europa solo representan el 1,2% del total de las emisiones que generan los buques en los puertos – éstos son pioneros en el desarrollo de prácticas medioambientales responsables.
Las compañías han invertido hasta el momento más de 1.000 millones de dólares en nuevas tecnologías y combustibles más limpios para reducir las emisiones de gases.
Entre estos avances, la industria ha diseñado e instalado Sistemas de Limpieza de Gases de Escape (EGCS) en los barcos, que han demostrado reducir hasta un 98% el nivel de óxidos de azufre.