domingo, 3 de abril de 2016

El problema no es el límite sino la tarjeta de crédito - Rosmir Sivira


¿Viajar o no viajar al exterior? Allí se encuentra el dilema de muchos venezolanos, incluso los que ya tienen boleto aéreo comprado. Tras los anuncios que modificaron el sistema cambiario, las cuentas  dejaron de ser las mismas y, ahora, para  viajar a uno de los destinos con menor aprobación por el mínimo de días, como las islas del Caribe, se requiere de al menos Bs. 200.000, para pagarlos a la Tarjeta de Crédito (TDC). Otra interrogante  que se ha vuelto usual  es: ¿y qué hago si mi límite de crédito es menor a los Bs. 20.000?

Luego de los anuncios del 9 marzo,  hechos públicos por el vicepresidente para el área económica, Miguel Pérez Abad, algunos venezolanos tomaron el riesgo y viajaron con o sin la aprobación del cupo de divisas para compras en el exterior. Sin embargo, el estatus no marcó la diferencia, con la aprobación o sin esta, muchos venezolanos regresaron a su país sin haber gastado un dólar, porque "las tarjetas no pasaban".

Otros denunciaron que los dólares les fueron deducidos en Bs. 70, monto que no coincidía con las propuestas de Divisas Protegidas (Dipro) ni de Divisas Complementarias (Dicom), a tasas Bs./$ 10 y Bs. /$ 250 según fluctuación, respectivamente.

La incertidumbre posterior al anuncio se ha apoderado de  los venezolanos, que aunque reconocen que el cupo viajeros no es una prioridad para la economía del país, critican los mecanismos para la adquisición de divisas, es decir, las tarjetas de crédito y las limitantes de este instrumento, descrito por algunos como "clasista" y "excluyente"

Sobre este respecto, Roberto León Parilli, presidente de la Asociación Nacional de Consumidores y Usuarios (Anauco), considera que el verdadero problema es la asignación de la TDC como instrumento para la obtención de divisas, por ser  un mecanismo "elitista, clasista y al que menos acceso se tiene en el mercado". También cuenta con  las tasas de interés más altas y comisiones onerosas, manifestó.

En tal sentido, indicó que un derecho constitucional como el libre tránsito no debe estar asociación a la capacidad  crediticia de una persona. Se preguntó  si, quien tiene mayor límite de pago, tiene mayor capacidad para viajar que el que tiene un límite inferior.