En visita al Zulia el miércoles 5 de febrero el entonces ministro de Ambiente, hoy viceministro de la cartera, Miguel Rodríguez, se refirió a la importancia de los manglares en las costas del Lago de Maracaibo.
"Si este bosque llegase a desaparecer tendría un impacto ambiental importante en el estado Zulia. Los mangles negro y rojo cumplen la función de extraer las fuertes cargas de sal y luego las desechan por sus hojas". Vía Twitter, durante la visita al Parque Ecoturístico Añú Tierra de Sueños, Rodríguez hablaba de la necesidad de resguardar los manglares.
En Santa Rosa y Puntica de Piedra, en El Milagro, se talan los manglares y no hay reacción de las instituciones oficiales. Urbanismos mal planificados y la violación de las leyes que protegen la naturaleza causan a diario daños irreversibles.
Detrás de las viviendas que integran esas comunidades, hay un submundo que muchos desconocen. Hace dos años inició de manera arbitraria la tala de estas especies que resguardan la fauna lacustre y costera. Habitantes de la zona advierten de la participación de grupos de poder que los hacen declarar bajo el anonimato. La biodiversidad corre serio peligro. Uno de los residentes de la segunda etapa de Santa Rosa contó que al menos una hectárea de manglar fue cortada. El espacio ganado es utilizado para la construcción de criaderos de cochinos y ranchos.
"Recuerdo perfectamente cuando personas que viven acá en la zona y que se sienten con poder, se aprovecharon de unas máquinas excavadoras —que eran utilizadas en los trabajos de instalación de tuberías de cloacas— para cortar varios manglares. Después de esa poda injusta, comenzaron a llegar a diario entre tres y cinco camiones volteo llenos de escombros para rellenar", explicó.
¿Indiferencia o ignorancia?
Los desechos sólidos que invaden estas tierras húmedas se incrementan. Al menos diez toneladas de basura llegan a diario arrastradas por las corrientes del Lago de Maracaibo, a orillas de los manglares de Capitán Chico, Santa Rosa de Agua, Isla Dorada y Las Peonías, sin contar los desperdicios que las personas lanzan a los llamados caños. Donde debería haber una extensiva flora, se pueden apreciar diversos objetos como juguetes, cocinas, cauchos y plásticos.
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