Los cabimeros anhelan una ciudad con calles óptimas y con un buen sistema de colectores. (Foto: Crisbelis María Salas)
Cabimas está de cumpleaños. Hoy arriba a sus 256 años. Aunque por un tiempo hubo una controversia sobre la fecha de fundación del municipio, que incluso obligó a crear un comité para la investigación de los orígenes de la ciudad, aún se mantiene el 22 de diciembre como data oficial.
Los cabimeros anhelan una ciudad bonita, con calles óptimas, con un buen sistema de colectores y mayor seguridad. Ender Torres, taxista, de 25 años, cree conveniente replantear el cronograma del plan de asfaltado. "Hay calles intransitables y otras full de aguas negras. La carretera H y la avenida 31 no la quiere nadie. Los gobernantes deben ponerle el ojo a esta situación que empeora con el pasar de los días".
Sonia Tineo es otra habitante, aunque es del oriente del país tiene más de dos décadas habitando en Cabimas. "El tema de la escasez del agua no concluye. Las autoridades se hacen la vista gorda y no resuelven nada. Ellos son los gerentes de la ciudad y como tal deben garantizar una mejor calidad de vida".
Una mujer de 52 años, Fernanda Sánchez, fue enfática: "Le regalaría un gobernante que de verdad la quisiera y le metiera mano. La ciudad está en ruinas". Por su parte, el alcalde Félix Bracho invitó a la colectividad a participar en una misa de acción de gracias que se celebrará en la iglesia Catedral de Cabimas. "Nuestra ciudad está de fiesta y estamos dispuestos a fortalecerla y a mejorar la calidad de los habitantes".
Nombre en extinción
Del árbol cabimo proviene el nombre de Cabimas y los aborígenes, que denominaban copaiba al aceite que desprende, le atribuyen propiedades medicinales. Podía alcanzar más de 30 metros de altura y 10 de diámetro. Hoy en día está casi extinto y la Alcaldía, junto con organizaciones ecológicas, emplea planes para sembrarlo en diversos espacios.
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