domingo, 6 de octubre de 2013

La verdad sobre los tours cambiarios de los "raspatarjetas"

Nancy Faría Lugo
El “turismo cambiario” o “viajeros por los dólares” es el tema que en las últimas semanas ha destacado en diversos medios de comunicación en varios continentes. Es que esta noticia se ha vuelto casi un escándalo mundial, porque describe cómo los venezolanos, ávidos por dólares, se están dedicando a viajar a otras naciones con el propósito de obtener las divisas aprobadas por Cadivi a precio oficial, para luego venderlos en el país por hasta siete veces más caros.

Como el “gran negocio” es catalogada esta modalidad ilícita por quienes la realizan, debido a que las ganancias son inmediatas dado que la obtención de dólares en el país se ha hecho cuesta arriba a consecuencia del control de cambio que rige desde hace diez años.

Es tanto el boom que ha provocado esta situación que las aerolíneas están copadas en sus viajes hacia Lima, Quito, Panamá o Curazao hasta principio del 2014, en vista que estos destinos son los preferidos por los “raspatarjetas”, según ha denunciado el propio presidente de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), José Khan, y reiterado por las autoridades de agencias de viajes o las líneas aéreas.

Según las estadísticas, el número de venezolanos que ha viajado a capitales como Lima ha subido más del 100%.
A pesar de que vender o comprar dólares Cadivi es un delito tipificado en la Ley contra los Ilícitos Cambiarios (con pena de hasta siete años de cárcel) es pan de cada día conocer a personas que están dedicadas a esta actividad o terceros que son “embrujados” por quienes pagan miles de bolívares, de contado, por el cupo, como se le dice a la asignación a la que tiene derecho cada venezolano y que va de 300 a 500 dólares en efectivo, $ 400 electrónicos y entre $700 a $ 3.000 en tarjetas de crédito.

Este encantamiento atrajo a María Linares (nombre ficticio), secretaria, quien contó que en abril pasado viajó a Quito (Ecuador), con el propósito de “raspar” el cupo de dólares. “Lo primero que me sorprendió fue encontrarme allá personas de Valencia, Caracas y Maracaibo que estaban allí con la misma finalidad: Raspar los cupos Cadivi”.

“En el mismo hotel te informan dónde pueden ‘raspar las tarjetas de crédito los venezolanos’, porque ya la modalidad se ha vuelto cotidiana”.