|
En mayo, las esperas más largas superaron las dos horas Dave Whamond |
Las filas de tres horas en las aduanas de Estados Unidos han hecho que tantos viajeros pierdan sus vuelos de conexión que el Aeropuerto Internacional de Miami reservó un auditorio lleno de camas temporales como un albergue nocturno. En el Aeropuerto Internacional Dallas/Fort Worth, hay sillas listas en caso de que se necesiten durante esperas muy largas en la sala de inmigración.
Y en el Aeropuerto Internacional Kennedy de Nueva York, los tiempos de espera puede ser el doble que los registrados el año pasado en algunas terminales.
Las autoridades están advirtiendo sobre retrasos extremos en los próximos meses para entrar a Estados Unidos, luego de que en el segundo trimestre, que es temporada baja, se registraran insoportables retrasos de tres horas o más en los puntos de control de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, o CBP. En el último año, la espera para ingresar al país a través de aeropuertos —que a menudo ya era ardua, especialmente para quienes no son ciudadanos de EE.UU.— ha aumentado de manera dramática.
"Es un problema grande", señaló Sharon Pinkerton, vicepresidenta de Airlines for America, un gremio de las aerolíneas con sede en Washington. "La gente se frustra mucho cuando pasa siete o nueve o incluso 17 horas en un vuelo y después tiene que esperar otras dos o tres horas en fila".
American Airlines, el mayor operador aéreo en Miami, ha tenido que modificar sus horarios de vuelos para aumentar el tiempo entre conexiones debido a las filas más largas. El aeropuerto proporciona regularmente agua embotellada a los pasajeros atrapados en filas largas y ha pedido a la CBP permiso para instalar un puesto de snaks en los pasillos, dijo el vocero del aeropuerto Greg Chin.