Durante las jornadas de la «Conferencia ALTA de Combustible y Sostenibilidad», especialistas del sector aéreo destacaron la urgencia de establecer directrices gubernamentales objetivas para viabilizar la transición energética y garantizar la sostenibilidad de un servicio esencial en la región.
El evento organizado por la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) reunió a representantes de aerolíneas, proveedores, fabricantes y autoridades, quienes discutieron los principales desafíos y oportunidades relacionados con la descarbonización del sector.
Marco Larson, encargado de Sostenibilidad de SKY, alertó que la falta de regulación definida en América Latina dificulta la planificación de iniciativas sostenibles a largo plazo. «Aunque SKY opere una flota muy moderna y eficiente en la región, evitando más de 1 millón de toneladas de CO2, la ausencia de reglas claras genera incertidumbres para las inversiones en soluciones que reduzcan las emisiones de carbono”.
El presidente de Boeing en América Latina y el Caribe, Landon Loomis, enfatizó el compromiso de esa compañía de apoyar a los clientes y gobiernos de todo el mundo en sus ambiciones para el futuro de la aviación.
“La expansión del uso de tecnologías que apoyan a nuestros clientes, como el SAF (Sustainable Aviation Fuel, por sus siglas en inglés), la propulsión eléctrica y el hidrógeno, depende de políticas públicas que promuevan la producción y reduzcan costos. Boeing ya ha realizado más de 800 vuelos de prueba con SAF y lidera investigaciones en propulsión eléctrica e hidrógeno, posicionándose para validar nuevas soluciones”, sostuvo.
La economía circular también fue señalada como una de las estrategias para la reducción de emisiones. Johanna Cabrera, gerente de Sostenibilidad de Latam, destacó iniciativas como la eliminación de plásticos de un solo uso, la sustitución por materiales ecológicos y la colaboración con proveedores para adoptar prácticas más sostenibles.
«Latam redujo 129 toneladas de residuos alimentarios a bordo con una mejor previsión del comportamiento de los pasajeros y exige reciclaje y trazabilidad de los residuos a sus socios, reforzando su liderazgo en sostenibilidad en el sector aéreo», subrayó.
Biocombustibles: desafíos y oportunidades
Pedro De La Fuente, gerente de Sostenibilidad, Política y Normas de la IATA, destacó la importancia de la colaboración y la implementación de nuevas tecnologías para satisfacer la creciente demanda de SAF.
Judit De León, Coordinadora de la Dirección de Desarrollo del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), destacó el potencial de América Latina para la producción de biocombustibles a partir de residuos locales, pero advirtió que el proceso de certificación puede tardar hasta cinco años, retrasando la expansión del sector.
En tanto, Manuel García-Pérez, profesor y presidente del departamento de Ingeniería de Sistemas Biológicos de la Washington State University (WSU), enfatizó la necesidad de reducir los costos de capital para la construcción y operación de plantas de biocombustibles, señalando que la elección de materias primas, como el aceite de cocina usado o etanol, impacta directamente en el costo final.
«Es fundamental crear paquetes de incentivos gubernamentales para viabilizar la producción y ampliar la oferta de SAF en la región», enfatizó.
Según Debnil Chowdhury, vicepresidente de Investigación de Combustibles y Refinación del Hemisferio Occidental de S&P Global, la demanda de combustible de aviación en América Latina y El Caribe crecerá en los próximos años, pero la región seguirá dependiendo de las importaciones de Estados Unidos, que representan alrededor del 50% del consumo total.
«El crecimiento del mercado de combustible de aviación se ve como una oportunidad, pero la capacidad de refinación en América Latina sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda», dijo.