I
El segundo y último reporte de sostenibilidad de Spirit Airlines fue el de 2021-2022, mismo que ustedes pueden ubicar aquí.
Dicho reporte de sostenibilidad tiene 60 páginas y su contenido según la carta que abre el reporte por parte del presidente y CEO de Spirit Airlines, ciertamente, está caracterizado por el optimismo.
En dicha carta, el presidente y CEO de Spirit Airlines afirma que la publicación del segundo informe de sostenibilidad "marca un hito importante", sugiriendo una visión positiva sobre el progreso de la empresa en sus iniciativas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Además, menciona que las prácticas comerciales sostenibles "generan oportunidades para crear valor a largo plazo", lo que refleja una creencia en el potencial de crecimiento a través de la sostenibilidad.
El enfoque en la diversidad y el reconocimiento en la lista de Newsweek también son indicativos de un ambiente laboral positivo y de un compromiso con la inclusión. La mención del "profesionalismo, positivismo y dedicación" de los miembros del equipo durante y después de la pandemia resalta la resiliencia y el espíritu colaborativo dentro de la empresa. El CEO también reconoce que el camino hacia la sostenibilidad es "continuo", lo que sugiere una mentalidad de crecimiento y aprendizaje.
En resumen, el optimismo del presidente y CEO de Spirit Airlines se manifiesta en su lenguaje positivo, su enfoque en la innovación y la sostenibilidad, su reconocimiento del equipo y su compromiso con la diversidad.
Basado en tal análisis, le coloqué una puntuación de 18 sobre 20 en el grado de optimismo, ya que, aunque hay un fuerte sentido de confianza y proactividad, el CEO reconoce la necesidad de seguir trabajando en áreas de mejora.
A propósito de lo que se dice en la carta y de los recientes sucesos relacionados con Spirit Airlines, uno se pregunta, ¿cuál valor a largo plazo fue creado con las prácticas de sostenibilidad? La respuesta es, como veremos, ninguno.
II
La semana pasada, Spirit Airlines se declaró en quiebra por segunda vez en menos de 12 meses y dijo oficialmente que puede que no dure otro año de operación debido a sus deudas financieras y la falta de ganancias.
La aerolínea de "bajo costo" ha soportado uno de los años más turbulentos en la aviación de Estados Unidos, solicitando por segunda vez protección por quiebra bajo el Capítulo 11 mientras intenta reinventar su modelo de negocio y convencer a los viajeros de que puede competir más allá de su reputación de bajo costo.
¿Y cómo ha sido el último año de Spirit Airlines hasta hoy?
El 18 de noviembre de 2024, Spirit recurre al Capítulo 11, citando miles de millones en pérdidas durante la pandemia y más de 1.000 millones de dólares en deudas con vencimiento inminente. Los tenedores de bonos acuerdan reestructurar la deuda e inyectar nuevo capital.
A Finales de 2024 y principios de 2025, la aerolínea recorta empleos, suspende a pilotos, vende aeronaves y rechaza una oferta de fusión con Frontier Airlines mientras intenta estabilizarse.
El 12 de marzo de 2025, Spirit sale de la quiebra con deuda reducida y 350 millones de dólares en nuevo financiamiento, promocionando un “mejor” futuro.
Sin embargo, en la primavera y verano de 2025, las pérdidas aumentan nuevamente (143 millones de dólares en el primer trimestre, 246 millones de dólares en el segundo trimestre). Nuevos paquetes de precios y un producto premium “Go Comfy” no logran revertir la tendencia. La dirección advierte sobre “dudas sustanciales” acerca de su supervivencia.
Finalmente, el pasado 29 de agosto de 2025, Spirit Airlines recurre nuevamente el Capítulo 11, menos de un año después de salir, mientras el efectivo conseguido se agota y las esperanzas de fusión con las aerolíneas JetBlue y Frontier se desvanecen. Los vuelos continúan, pero el precio de su acción cae estruendosamente en el mercado: la riqueza de los accionistas se desvaneció: no hubo creación de valor sino lo contrario, es decir, destrucción del mismo.
III
Aquí es donde, a pesar de lo que venden los promotores y entusiastas del marco ESG, recordamos la primera ley de la sostenibilidad: "Si no es rentable, no será sostenible".
Cuando uno revisa la forma 10K de Spirit Airlines por el año terminado el 31 de diciembre de 2024, misma que ustedes pueden ubicar aquí, uno confirma que Spirit, el año de su maravilloso reporte optimista ESG de 2022, ya generaba pérdidas. En palabras más llanas: en el año 2022, Spirit Airlines por un lado generaba pérdidas y por el otro escribía de manera optimista sobre su sostenibilidad.
Nuevamente, a pesar de lo que venden los promotores y entusiastas del marco ESG, es propicio mencionar la segunda ley de la sostenibilidad: "El reporte ESG no es creíble por sí solo; depende del respaldo de elementos externos". Y, precisamente, los respaldos están no solo en clientes que no demandaron los servicios de Spirit Airlines y que ocasionaron que sus ventas no levantaran, sino en la Forma 10K de los años 2022, 2023 y 2024.
La mencionada Forma 10K de 2024 muestra que, durante tres años consecutivos, 2022, 2023 y 2024, los costos operativos de Spirit Airlines fueron mayores que los ingresos operativos. Por tanto, Spirit Airlines no generaba ingresos en operaciones: ¿Era sostenible?
La magnitud de sus pérdidas fue tal que para 2024, el patrimonio de Spirit Airlines ya era negativo. En efecto, su estado de movimiento de las cuentas del patrimonio muestra para diciembre de 2022, tenía un total patrimonio de +1.571,7 millones de dólares, patrimonio que cierra en diciembre de 2024, en -80,1 millones de dólares (con déficit).
IV
Spirit Airlines es una evidencia empírica reciente más, de la primera y segunda ley de la sostenibilidad, apenas de la semana pasada.
Queda clarito: Aunque tenga buena conducta ambiental y sea una empresa inclusiva, si no es rentable, ni a palos ni con reporte ESG, será sostenible.
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