Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles by Marriott, y Adolfo Utor, presidente de Balearia, son los dos empresarios turísticos de magno nivel que están ligados a Pedro Sánchez. El hotelero también es buen amigo de José Luis Rodríguez Zapatero, y el de transporte marítimo defiende al PSOE y a Sánchez con aún más fervor, a pesar de los escándalos y las medidas controvertidas en contra del sector (Sánchez cuenta con la afinidad de dos empresarios turísticos de nivel).
El empresario hotelero navarro, fundador de NH, no hace bandera de su proximidad con el presidente del Gobierno español, pero en círculos turísticos de alto grado es bien sabido que existe una gran cercanía con el líder del partido socialista de nuestro país y con el político que dirige desde España los destinos del Grupo de Puebla.
Catalán es considerado en las altas esferas de Madrid como el empresario turístico de cabecera del presidente del Gobierno, tal como Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz lo fueron con Aznar. Se da por hecho en ese círculo elitista que el dueño de AC presionó a Sánchez para que no se hiciera la gran fusión de las dos grandes compañías aéreas. El “amigo” al que se refería PS en su WhatsApp a Ábalos.
Utor, cuya empresa lidera el transporte marítimo de pasajeros en España y ahora está presente en República Dominicana, no tiene reparo en mostrar su apoyo a las políticas progresistas, según él mismo y sus hijos reconocieron recientemente en el suplemento LOC de El Mundo. Utor ha invertido una suma importante en Prisa en el peor momento de Sánchez y del grupo periodístico.
El presidente de Balearia forjó su fortuna en el transporte marítimo en el sur de España y según las últimas investigaciones lo hizo al calor de la Junta de Andalucía de los distintos gobiernos socialistas que comandaron la región durante unos 40 años. En tres décadas pasó de simple empleado a principal empresario marítimo de pasajeros de España. Según Forbes, Utor tiene un patrimonio de 350 millones de euros.
Durante unos años la familia Hidalgo estuvo muy unida al presidente Sánchez a través de su mujer, Begoña Gómez. Pero fue una vinculación por interés coyuntural, nada de simpatía ideológica. Los dueños de Globalia siempre han procurado llevarse bien con los gobernantes de turno, tanto estatales como autonómicos y municipales: Aznar, Zapatero, Aguirre, Matas, Armengol, etc.
La hija mayor de Hidalgo, María José, fue amiga personal de María Antonia Munar, expresidenta del extinto partido Unión Mallorquina, a la que tuvo de invitada en su casa de Nueva York. Otro amigo íntimo de la primogénita de Hidalgo fue el ex secretario general de la Policía y Guardia Civil, Juan Mesquida, a su vez íntimo de Antonio Catalán.
Mesquida, una vez designado secretario de Estado de Turismo, tuvo más relación con Antonio Catalán que con María José Hidalgo. El político mallorquín, luego desencantado con el PSOE (acabó en Ciudadanos), se alojó durante una larga temporada en una vivienda de Catalán, con quien compartió momentos de risas y asueto. Utor y Catalán no han hecho campaña por Sánchez, pero sí han estado a su lado cuando el líder los ha requerido.
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