El Papa Francisco decidió incluir una parada en Cuba antes de iniciar su programada visita a Estados Unidos en septiembre para encabezar el Encuentro Mundial de la Familia, confirmó el Vaticano. El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, no especificó ayer cuánto durará la escala en Cuba, y solo señaló que Francisco aceptó las invitaciones realizadas por el gobierno y la Iglesia Católica de la isla.
Francisco tuvo un rol importante en el reciente deshielo de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.
El Pontífice intervino en las negociaciones secretas, envió cartas e hizo varias llamadas telefónicas personales, y, con su estilo simple y directo, recibió en octubre del año pasado en el Vaticano a delegaciones de los dos países, según reveló el mismo Vaticano.
Con su visita a ambas capitales y sus previsibles reuniones con ambos presidentes, el estadounidense Barack Obama y el cubano Raúl Castro, el Papa podría dar un impulso adicional a un proceso de normalización de relaciones largo y complejo.
Francisco será el tercer Papa que visita Cuba. En 1998, Juan Pablo II fue el primero y su visita hizo que la fe católica, perseguida durante décadas, se volviera a expresar en la isla. En 2012, Benedicto XVI estuvo tres días en Cuba, donde rechazó el embargo de Estados Unidos y criticó veladamente la existencia de "verdades únicas".
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