Si bien el desayuno es la comida principal del día durante todo el año, cuando estamos de vacaciones esa importancia parece ser aún mayor ya que necesitamos salir con mucha energía para disfrutar y conocer nuevos lugares. Con este post (y para ir preparando el apetito para las próximas vacaciones) damos inicio a una serie en la que te vamos a contar qué se come en los destinos turísticos del mundo.
Costa Rica es sin dudas un lugar privilegiado en toda América. Ofrece costas bañadas por los dos océanos, con climas y paisajes tan distintos como sorprendentes. En sólo 50 minutos en avión se puede pasar de mojar los pies en el Atlántico a hacerlo en el Pacífico.
La cordialidad de su gente hace sentir al viajero un invitado de preferencia.
La cocina costarricense aprovecha todos los regalos del mar Caribe y las frutas frescas que se cultivan en esas tierras. Así, en sus platos típicos pueden verse variedad de frutos de mar, pescados, mariscos y langostas combinados con dos de los ingredientes fundamentales e infaltables en todas sus preparaciones: el arroz y los frijoles. Y esto nos lleva al tema del post de hoy: El gallo pinto.
El gallo pinto es el plato principal del típico desayuno costarricense. Básicamente se trata de arroz con frijoles o, porotos negros o rojos. Hay quienes también le agregan cebolla frita y condimentos varios.
Generalmente el gallo pinto se acompaña con huevos revueltos, café con leche, tostadas y jugo de naranja. Un verdadero desayuno de campeones dirán los ticos (originarios de Costa Rica). Pueden imaginar cómo quedó mi estómago de argentina acostumbra a desayunar café con tastadas! Pero fue una experiencia distinta y sobre todo satisfactoria.
No sólo por sus playas paradisíacas de arenas blancas, sus bosques tropicales o sus mágicos volcanes, sino también por las delicias de su gastronomía, Costa Rica es el país ideal para unas vacaciones que nos liberen del estrés y nos pongan en contacto con la naturaleza.
A vivir Costa Rica y Pura Vida!