Lo que debía ser un paseo y diversión terminó en una pesadilla en las alturas para decenas de turistas que quedaron colgando en el aire, atrapados en la rueda de la fortuna de Plaza La Isla, en plena zona hotelera de Cancún.
La atracción mecánica se detuvo de forma repentina por una falla eléctrica, dejando a varias personas suspendidas a más de 20 metros de altura, sin forma de bajar y ante un calor abrasador.
Gritos de pánico, llantos y crisis nerviosas dominaron el ambiente mientras algunos intentaban mantener la calma, pero el miedo al desplome era real. Los bomberos de Cancún actuaron con rapidez, escalando la estructura metálica para comenzar el complicado rescate, que duro casi una hora.
Testigos reportaron que varios adolescentes y adultos entraron en crisis de ansiedad, mientras que otros temían por su vida al ver cómo los asientos se tambaleaban con el viento. La negligencia quedó al descubierto: ¿cómo es posible que una atracción en una zona turística de alto nivel carezca de un sistema de respaldo eléctrico?
Protección Civil ya investiga el caso y no se descarta una fuerte sanción para los responsables de operar el juego mecánico sin las condiciones mínimas de seguridad. Este incidente, que pudo terminar en desgracia, vuelve a poner sobre la mesa la falta de inspecciones y mantenimiento en algunos centros turísticos.
Afortunadamente, no se reportaron víctimas fatales, pero la experiencia dejará secuelas en quienes vivieron el susto de su vida colgados de una rueda que, en segundos, pasó de diversión a terror.
Como lo informó REPORTUR.mx, de acuerdo con Bernardo Cueto Riestra, secretario de Turismo de Quintana Roo (Sedetur), la zona hotelera de Cancún concretó recientemente el presupuesto de renovación, gracias a la transferencia de su operación y mantenimiento de Fonatur al Fortalecimiento de la Actividad Turística (Foatqroo), y aseguró que poco a poco se verán los resultados. (Cancún: desbloquean en zona hotelera la clave para renovarse).
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