La conectividad aérea de Chile está en crisis. Salir del país austral, así como movilizarse a algunas de sus 16 regiones, desde el Aeropuerto de Santiago o alguno de los otros 100 establecimientos que operan fuera de la Región Metropolitana será incierto. Esto se debe al paro indefinido de los trabajadores adscritos a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) que comenzó este miércoles.Un balance de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), arroja que el impacto del cese de actividades laborales de los 5200 empleados es severo, al provocar la cancelación de al menos 350 vuelos a diario, como consecuencia de la “ralentización” de sus servicios. La organización señala que el 60 % corresponde de las rutas perjudicadas son nacionales y el 40 % a destinos internacionales.
Más de una decena de sindicatos de la DGAC, en todos los aeropuertos de Chile, se declaró en conflicto con el gobierno del presidente de la nación, Gabriel Boric, por el incumplimiento del pago de una bonificación contractual universal permanente, según informa BíoBío.
La IATA exhorta al Ejecutivo a tomar las medidas inmediatas y necesarias que permitan poner fin al paro en los aeropuertos chilenos. Sin embargo, la petición está lejos de los oídos del primer mandatario nacional, quien despegó a una gira internacional por Perú y Brasil, pese a la crisis aeronáutica agitada. En Lima, Boric participará en el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), donde espera reunirse con el líder del régimen comunista de China, Xi Jinping. De ahí, partirá este sábado a Río de Janeiro, para integrarse a la Cumbre del G20.
La conectividad aérea de Chile está en crisis. Salir del país austral, así como movilizarse a algunas de sus 16 regiones, desde el Aeropuerto de Santiago o alguno de los otros 100 establecimientos que operan fuera de la Región Metropolitana será incierto. Esto se debe al paro indefinido de los trabajadores adscritos a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) que comenzó este miércoles.
Un balance de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), arroja que el impacto del cese de actividades laborales de los 5200 empleados es severo, al provocar la cancelación de al menos 350 vuelos a diario, como consecuencia de la “ralentización” de sus servicios. La organización señala que el 60 % corresponde de las rutas perjudicadas son nacionales y el 40 % a destinos internacionales.
Más de una decena de sindicatos de la DGAC, en todos los aeropuertos de Chile, se declaró en conflicto con el gobierno del presidente de la nación, Gabriel Boric, por el incumplimiento del pago de una bonificación contractual universal permanente, según informa BíoBío.
La IATA exhorta al Ejecutivo a tomar las medidas inmediatas y necesarias que permitan poner fin al paro en los aeropuertos chilenos. Sin embargo, la petición está lejos de los oídos del primer mandatario nacional, quien despegó a una gira internacional por Perú y Brasil, pese a la crisis aeronáutica agitada. En Lima, Boric participará en el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), donde espera reunirse con el líder del régimen comunista de China, Xi Jinping. De ahí, partirá este sábado a Río de Janeiro, para integrarse a la Cumbre del G20.
Jornadas a medias
A las 12:00 del mediodía de este viernes 15 de noviembre entra en vigencia la “ralentización” de los funcionarios de la DGCA, dependencia adscrita al Ministerio de Defensa. Su planteamiento para desplegar el paro en los aeropuertos es claro: solicitan al Ejecutivo el pago del bono para la totalidad de la plantilla de la institución, cuyo monto, en el caso de los operadores en la Región Metropolitana, asciende a 4 millones 200 mil pesos anuales, permanentes, por persona, a ser pagado en sumas de 350.000 mensuales.
“Buscamos que se nos retribuya un bono, que se acordó con Defensa y Hacienda ha puesto trabas” declaró una fuente en El Mercurio.
El gobierno se declara incapaz de cumplir con la suma al proponer un incentivo permanente y de aplicación inmediata de 600.000 pesos anuales, desglosados en un bono de 30.000 mensuales durante todo el año 2025, y para 2026, el monto aumentaría a 50.000 pesos permanentes. Los trabajadores de la DGAC rechazan la propuesta. Alegan que desconoce “la estrechez fiscal públicamente conocida, pese a ser uno de los servicios públicos con mayores remuneraciones y beneficios”.
A las 12:00 del mediodía de este viernes 15 de noviembre entra en vigencia la “ralentización” de los funcionarios de la DGCA, dependencia adscrita al Ministerio de Defensa. Su planteamiento para desplegar el paro en los aeropuertos es claro: solicitan al Ejecutivo el pago del bono para la totalidad de la plantilla de la institución, cuyo monto, en el caso de los operadores en la Región Metropolitana, asciende a 4 millones 200 mil pesos anuales, permanentes, por persona, a ser pagado en sumas de 350.000 mensuales.
“Buscamos que se nos retribuya un bono, que se acordó con Defensa y Hacienda ha puesto trabas” declaró una fuente en El Mercurio.
El gobierno se declara incapaz de cumplir con la suma al proponer un incentivo permanente y de aplicación inmediata de 600.000 pesos anuales, desglosados en un bono de 30.000 mensuales durante todo el año 2025, y para 2026, el monto aumentaría a 50.000 pesos permanentes. Los trabajadores de la DGAC rechazan la propuesta. Alegan que desconoce “la estrechez fiscal públicamente conocida, pese a ser uno de los servicios públicos con mayores remuneraciones y beneficios”.
Protesta sin respaldo
El impacto del conflicto aeronáutico en Chile en los turistas y pasajeros con condiciones de salud especiales multiplica las críticas a la movilización de los funcionarios.
Para la Asociación Chile de Líneas Aéreas (Achila) “lo que sigue ocurriendo en los aeropuertos del país es total y completamente inaceptable”, Consideran que “frente a todo a Chile, un grupo de presión que infringe la ley en forma evidente mantiene una posición de fuerza que afecta a e miles de personas, que ven afectado su derecho al libre tránsito”.
Insisten en que la huelga de la DGAC no debe ni puede mantenerse, no sólo porque es completamente ilegal, sino porque se ha impedido por la fuerza el normal funcionamiento de una infraestructura crítica que tiene una importancia estratégica para la conectividad del país.
Las aerolíneas Latam, Sky y Jetsmart ya comunicaron posibles afectaciones a sus vuelos. Las tres compañías solicitan a sus clientes presentarse al menos con tres horas de anticipación ante la posibilidad de cancelaciones.
El impacto del conflicto aeronáutico en Chile en los turistas y pasajeros con condiciones de salud especiales multiplica las críticas a la movilización de los funcionarios.
Para la Asociación Chile de Líneas Aéreas (Achila) “lo que sigue ocurriendo en los aeropuertos del país es total y completamente inaceptable”, Consideran que “frente a todo a Chile, un grupo de presión que infringe la ley en forma evidente mantiene una posición de fuerza que afecta a e miles de personas, que ven afectado su derecho al libre tránsito”.
Insisten en que la huelga de la DGAC no debe ni puede mantenerse, no sólo porque es completamente ilegal, sino porque se ha impedido por la fuerza el normal funcionamiento de una infraestructura crítica que tiene una importancia estratégica para la conectividad del país.
Las aerolíneas Latam, Sky y Jetsmart ya comunicaron posibles afectaciones a sus vuelos. Las tres compañías solicitan a sus clientes presentarse al menos con tres horas de anticipación ante la posibilidad de cancelaciones.
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