sábado, 4 de mayo de 2024

En busca del finlandés que llevas dentro: un viaje 'slow' por los remotos lagos árticos

 

Avistamiento de animales salvajes, chapuzones en agua helada y naturaleza intacta ponen a prueba al viajero en la desconocida región de Wild Taiga.

Pesca en el hielo sobre el lago de Lentiira, en la región finlandesa de Wild Taiga.
Pesca en el hielo sobre el lago de Lentiira, en la región finlandesa de Wild Taiga.CONCHA FERNÁNDEZ

Nadie aterriza por casualidad en el aeropuerto de Kajaani, pero hay muchas más razones de las que sospechamos para planear un viaje a este rincón salvaje de Finlandia. Conocida como Wild Taiga, estamos en la desconocida y remota región de los lagos árticos. Un paisaje de bosques infinitos cubierto de nieve durante casi siete meses al año a unos 500 km de Helsinki y a otros 500 de la línea del Círculo Polar Ártico.

En Wild Taiga, todos los habitantes pueden dar una lección magistral de bayas, muchos se bañan en aguas heladas para empezar el día, todos viven en total comunión con la naturaleza y la sauna es religión. Si el título, seis veces ya revalidado, de país más feliz del mundo tiene algo que ver con esto, estamos en el lugar adecuado para comprobarlo.

Claro que nadie viene al paralelo 65 a hablar de barómetros. En primavera, cuando despiertan los osos de su letargo invernal, cuando empieza tímidamente el deshielo de sus más de 1.500 lagos, cuando los días se hacen más largos, Wild Taiga se convierte en un lugar apasionante para los enamorados de la vida silvestre. No en vano, estamos en el reino de los cinco grandes de Finlandia, un escurridizo club formado por el oso pardo, el alce, el lince, el glotón y el lobo.

Un oso pardo avistado en el Bear Centre, especializado en la fotografía de animales salvajes.
Un oso pardo avistado en el Bear Centre, especializado en la fotografía de animales salvajes.BEAR CENTRE

Gentes de todo el mundo y los mejores fotógrafos de naturaleza vienen por esta razón al Bear Centre, en Vartius. Desde Kuhmo, la capital de la región, llegamos a este lugar en una hora conduciendo por una carretera recta y solitaria, más aún desde que el paso fronterizo cercano con Rusia está cerrado en respuesta a la invasión de Ucrania. Pinos y abedules apretadísimos dibujan la estampa al otro lado de la ventanilla. Estamos en el mes de abril, pero la Taiga finlandesa parece resistirse a estrenar la primavera. De camino, asalta la pregunta del millón: ¿Habrán despertado los osos de su hibernación? El termómetro marca 14 bajo cero justo cuando la carretera se convierte en un camino que parece una pista de bobsleigh. Una vez en el Bear Centre, Ari Sääski recibe al visitante en un lodge de madera con estufa y sopa humeantes. Él es el alma de este centro especializado en la fotografía y avistamiento de animales salvajes que fundó en 1999. Enseguida nos cuenta su historia.

Sauna de humo en el Bear Centre.
Sauna de humo en el Bear Centre.CONCHA FERNÁNDEZ

Antes, hay que prestar atención a un briefing importante. Entre los meses de abril y octubre, en este rincón de la taiga hay entre un 85 y 95% de probabilidad de avistar al oso pardo. Y esto no es sólo porque en la zona se muevan entre 25 y 30 de estos majestuosos animales que pueden llegar a pesar hasta 350 kilos. Es también porque el centro tiene desperdigados en el bosque 29 hides para que el visitante pueda observarlos y fotografiarlos. El hide, aún semi enterrado en la nieve, es un escondite básico, con pequeñas ventanitas para los ojos del fotógrafo y para el objetivo de su cámara.

La otra opción, bastante más glamurosa, que ofrece el Bear Centre es pasar la noche en cabañas de lujo, con un gozoso e inimaginable confort en este paisaje tan extremo, y con enormes ventanales para contemplar la vida silvestre al caer el sol. Los osos pueden caminar hasta 30 km en una jornada, pero sólo están activos por la noche. Por eso, las reglas son claras e irrefutables para todos, aguerridos fotógrafos o huéspedes comodones: después de cenar entre las cuatro y las cinco de la tarde, un guía acompaña al visitante hasta su alojamiento y ahí debe permanecer hasta el día siguiente. "No se puede salir hasta la 7 de la mañana", indica Ari. "Las luces deben estar apagadas y, sobre todo, no se debe hacer ruido. Los osos lo oyen todo".

Un glotón camina en el bosque en las últimas horas del día junto a las cabinas de lujo del Bear Centre.
Un glotón camina en el bosque en las últimas horas del día junto a las cabinas de lujo del Bear Centre.CONCHA FERNÁNDEZ

Suena un poco a un extraño arresto domiciliario. Voluntario, eso sí. Pero comprobará el visitante que al otro lado del cristal ocurren cosas extraordinarias. Sólo la espera en la habitación, escuchando el altavoz que amplifica el sonido del bosque, escudriñando cada árbol, cada huella en la nieve, es un ejercicio terapéutico. Cuando menos te lo esperes llegará volando el arrendajo siberiano, quizá un glotón con esa agilidad asombrosa para caminar por la nieve, quizá un hambriento oso pardo que se ha decidido a abandonar su guarida invernal. Y si no, habrá que esperar hasta la noche siguiente.

"La gente que viene aquí sabe de vida salvaje. Saben que a veces se ven animales y otras no. Pero por eso recomendamos quedarse tres noches", dice Ari por la mañana, frente a un plato de huevos y salchichas. Él conoce este lugar desde pequeño. Su padre, de hecho, construyó la casa principal del centro cuando era una antigua estación de aduanas. Dice que va a levantar nuevas cabañas y recomienda pasar por la sauna de humo antes de emprender de nuevo el camino.

Pesca y baños en el hielo

Un chapuzón en las aguas heladas del lago Lentiira.
Un chapuzón en las aguas heladas del lago Lentiira.CONCHA FERNÁNDEZ

Conducir en Wild Taiga es también bordear un lago tras otro. Pero en Lentiira, donde el paisaje es idílico a más no poder, vamos a meter el 4x4 en el lago. Petri Heikkinen, al frente de Lentiira Holiday Village, nos espera para darnos una de las lecciones básicas de supervivencia en Finlandia: la pesca en el hielo. Resulta que es un hobby de lo más entretenido. Petri trae consigo todo lo necesario, incluido el taladro para agujerear el hielo y toda una colección de cañas y anzuelos. "Si no pican en los primeros minutos hay que hacer otro agujero", explica. Pero pican, vaya si pican una percas pequeñas.

La mañana pasa volando practicando el catch and release. Y Petri es un gran anfitrión, además del tipo de hombre con el que sobrevivirías con toda seguridad si te pierdes en lo más profundo de la taiga. Enseguida enciende una hoguera y pone unas salchichas en el fuego. Este resort familiar con casitas individuales para alojarse frente al agua ofrece todo un mundo de posibilidades. Una alberga la sauna, con escalerilla fuera que lleva directamente al agua... "No hay presión", dice Mika proponiendo un chapuzón. Pero ya hay una mujer con amplia sonrisa y bikini rojo que se ha lanzado al agua siguiendo este ritual helador, vigorizante, sin duda, y tan finlandés.

Chupito de licor de alquitrán, una de las curiosidades culinarias del lugar.
Chupito de licor de alquitrán, una de las curiosidades culinarias del lugar.CONCHA FERNÁNDEZ

Las emociones continúan sentados a la mesa donde Larissa, la mujer de Petri, ha preparado una deliciosa sopa de ortigas, mousse de alce y helado de vainilla con bayas y gusto a alquitrán. Resulta que Lentiira está muy ligada a la producción tradicional de este producto destilado de la resina de pino que se usaba para impermeabilizar barcos y (que, curiosamente,) también se usa en la cocina. La conversación se aleja del bosque.

"En Finlandia, todos tenemos derecho a recolectar lo que queramos en el bosque, incluso si es propiedad privada", explica Elise Heikkinen-Johnstone, creadora de experiencias en el resort. "El bosque es el lugar al que vamos en busca de paz y silencio". Además de recolectar bayas, ella propone identificar huellas de animales, dar paseos con calcetines de lana ("es como caminar descalzo") y sumergirte entre los árboles con todos los sentidos, el llamado baño de bosque. Luego están actividades como hacer bici, canoa, incluso astroturismo... las posibilidades son infinitas.

Rumbo a Kuhmo

Ya podemos volver a plantear la pregunta. "¿Por qué somos los más felices?", repite Sari Rusanen, directora del Festival de Música de Cámara de Kuhmo. "Para mí es la combinación de naturaleza y cultura". Sari nos ha citado en el espectacular Kuhmo Arts Centre que celebra más de 200 conciertos al año. Es la "sala de estar" de esta pequeña gran ciudad. El gran evento, sin embargo, es el festival (este año del 14 al 27 de julio) con nada menos que 54 años de historia y considerado la meca de la música de cámara. Este verano, por cierto, tendrá representación española con el Cuarteto Quiroga en escena.

Kuhmo esconde varias sorpresas más. Es Ciudad de la Literatura por la Unesco, la única del país, entre otras razones porque aquí se tejió el Kalevala, la epopeya nacional finlandesa. El centro cultural Juminkeko explica muy bien cómo este gran poema fue recopilado por Elias Lönnrot en el siglo XIX a partir de los cantares folklóricos que se transmitían oralmente de padres a hijos en esta región. También lo que significa esta obra para la identidad de este país. De vuelta en la calle ya ni se siente ni se padece esta primavera bajo cero.

GUÍA PRÁCTICA

Cómo llegar. Iberia y Finnair vuelan directos a Helsinki. Para llegar a Wild Taiga hay que volar a continuación al aeropuerto de Kajaani.

Dónde dormir. Hotel Kalevala (www.hotellikalevala.fi). El mejor hotel de Kuhmo, a orillas de un idílico lago. También en las cabañas de lujo de Bear Centre, (bearcentre.fi), con todo el confort de un buen hotel y enormes ventanales para avistar osos y otros animales salvajes. Y en Lentiira Holiday Village (www.lentiira.com/en), con nueve casitas a orillas el lago Lentiira con todas las actividades al aire libre imaginables.

Más información. En la web de Turismo de Finlandiawww.visitfinland.com/es y en la de Wild Taigawildtaiga.fi/en. También en la del Festival de Música de Cámara de Kuhmokuhmofestival.fi/en/festival-2024

https://www.elmundo.es/viajes/

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