El alto precio de la vivienda en zonas turísticas de montaña de Estados Unidos perjudica el arribo de trabajadores. Pese al estímulo de recibir un salario elevado, rechazan la oferta porque es imposible asentarse en la zona como en otros destinos, por ejemplo, el Caribe mexicano, como reveló REPORTUR.mx (Quintana Roo: los hoteleros sufren la falta de personal)
Un caso de estas características sucede en Steamboat Springs, una ciudad de Colorado. Ofrece 167.000 dólares anuales para cubrir un puesto de supervisor de Recursos Humanos y gestión de riesgos laborales. Varios candidatos han rechazado la oferta para vivir en esta pequeña ciudad de 13.000 habitantes.
«Los altísimos precios inmobiliarios han obligado a Steamboat Ski Resort a alquilar un hotel para que se alojen sus empleados; las propiedades que solían alquilar ahora están cada vez solo disponibles para alquileres a corto plazo dirigidos a turistas o trabajadores en remoto», señala NBC.
La situación poco a poco se extiende a varias zonas turísticas de montaña como Aspen, también en Colorado, Park City, en Utah; y Driggs, en Idaho, o más allá de las Rocosas, en Woodstock, New York, o Gatlinburg, Tennessee.
«Antes, las casas eran para los empleados y los hoteles para los huéspedes. Ahora las casas son para huéspedes, y los hoteles son para alojamiento de empleados», señala a la NBC la directora de comunicaciones del complejo, Loryn Duke.
«El auge inmobiliario impulsado por la pandemia en destinos turísticos de montaña para alquiler de temporada y segundas viviendas está dejando fuera de juego incluso a los profesionales de altos ingresos y dividiendo a la población y los políticos sobre cómo abordar los costes de la vivienda que han hecho imposible vivir allí».
La situación es tan grave que incluso médicos, dispuestos a pagar 1 millón de dólares por casas que antes del Covid costaban la mitad, deciden no afincarse en este tipo de zonas.
Hasta comienzos de esta década, Steamboat era una localidad asequible para personas de ingresos medios en comparación con otras ‘capitales de las Rocosas’ como Vail, Colorado, o Jackson, ya en Wyoming.
«Era un destino auténtico, donde venían los vaqueros a esquiar», apunta con nostalgia el administrador de la ciudad de Steamboat, Gary Suiter. «Y los precios inmobiliarios no se habían disparado como en todas partes. Bueno, pues eso se acabó con la pandemia».
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