La escasez de oferta de inmuebles es uno de los principales factores que hace que alquilar sea cada vez más dificil en Buenos Aires. Y los «alquileres temporarios» suelen ser señalados como «parte responsable» de este fenómeno. De hecho, en distintas ciudades del mundo están surgiendo distintas leyes «anti Airbnb» que buscan fijar regulaciones en este aspecto. (Airbnb demanda a Nueva York por limitar el alquiler a corto plazo)
Actualmente, en la Ciudad de Buenos Aires hay más de 15.000 propiedades ofrecidas en el mercado de alquileres temporarios. Una cifra que creció de manera exponencial desde la salida de la pandemia. De hecho, el gobierno porteño dispuso por ley que es obligatorio registrar esas viviendas en la Secretaría de Turismo. Sin embargo, apenas el 5% estarían registradas.
Los anfitriones/propietarios de inmuebles que operan en Airbnb en Argentina tienen foros de debate y «profesionalizan» se consolidan ayudándose mutuamente respecto a usos de la aplicación, tarifas, tiempos de reajustes de precios y demás.
Una mayor regulación al respecto es fundamental, señalan los referentes del sector, quien destacó que «la situación que se está viviendo en ciudades turísticas en materia de acceso a la vivienda es dramática». «El mundo hace años interviene en esta materia y Argentina debe hacerlo de manera urgente», subrayó.
En ese escenario, distintos especialistas del sector inmobiliario analizaron los efectos que puede tener una mayor regulación sobre los alquileres temporarios y cómo puede repercutir en el mercado de los «tradicionales». Coincidieron, de todas formas, que el problema de origen no es de Airbnb sino de la Ley de Alquileres.
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