Casi un centenar de pasajeros agresivos, maleducados y alcohólicos contabilizó la aviación comercial chilena en el último año en vuelos nacionales, según la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
Se trata de viajeros que no respetan las reglas mínimas de conducta a bordo de las aeronaves o los que no siguen las instrucciones de los miembros de la tripulación y por consiguiente crean una amenaza para la seguridad aérea.
De acuerdo a las cifras –entregadas a Emol por la DGAC–, en el año 2022 hubo 99 pasajeros de este tipo, un 15% más que el año anterior, en que se registraron 86. La entidad detalla que entre las acciones que cometieron se cuentan «desórdenes, agresiones, amenazas y consumo excesivo de alcohol, entre otras».
Más de la mitad de las situaciones se registraron en Santiago, con 50 casos; luego en Antofagasta (10 casos), Puerto Montt (9), Iquique (8), Calama (6) y Talcahuano (5). En cambio, en cinco aeropuertos del país que no se produjo ningún evento de este tipo. Éstos son: Copiapó, Isla de Pascua, Valdivia, Osorno y Dalcahue. En tanto, en lo que va de 2023 solo se contabilizan solo 12 casos: En Santiago (7), Puerto Montt (2) Antofagasta (1), Talcahuano (1), Balmaceda (1) y Punta Arenas (1).
El comandante puede desembarcarlos, incluso en una escala intermedia. Desde la DGAC explican que «el comandante de la aeronave podrá impedir el embarque o desembarcar a un pasajero perturbador o insubordinado, cuya conducta constituya un peligro para la seguridad del vuelo».
Para esto debe denunciarlo y entregarlo al personal de la autoridad aeronáutica (Seguridad Aeroportuaria AVSEC), que procede a desembarcarlo y, en caso que corresponda, lo pone «a disposición del organismo policial más próximo».
Se trata de viajeros que no respetan las reglas mínimas de conducta a bordo de las aeronaves o los que no siguen las instrucciones de los miembros de la tripulación
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