La figura del Simón Pedro Barceló Vadell, copresidente del Grupo Barceló, da un salto en el liderazgo del negocio emisor turístico español luego de haber expulsado del capital de Ávoris a Pepe Hidalgo, dueño de Globalia, una vez le dejó sin más alternativa que comprarle por un precio simbólico su 49 por ciento del accionariado.
Simón Pedro Barceló se hizo así con el mando absoluto del grupo vertical que integró a la agencia con más puntos de venta de España como es Halcón Viajes, que llegó a totalizar unas mil oficinas, y al turoperador con más volumen de ingresos, Travelplan, y todo ello sin haber tenido que abonar una suma importante, sino simplemente aportando garantías bancarias.
Simón Pedro Barceló ideó una estrategia para hacerse con el que era el principal conglomerado emisor ibérico, consistente en primer lugar en plantear una fusión entre iguales, para luego aparecer como el que tendría una leve mayoría pero con cargos repartidos entre ambos socios, hasta completar su control total con la absorción sin desembolso del paquete que no dominaba.
La ejecución de plan este plan provocó un gran dolor sentimental e indignación a la familia Hidalgo, todavía dueña de una Air Europa en plena negociación de venta con Iberia, al ver que más de medio siglo de dedicación para construir un gran grupo de intermediación turística tuvo un fin indeseado con su salida sin haber cobrado nada por la obra que cimentó su emporio.
Simón Pedro Barceló, por lo tanto, en paralelo a que fortalece su liderazgo en el emisor español, también aumenta su aislamiento entre el sector turístico español con el enfrentamiento con los accionistas de Globalia, en cuyo capital además de los también dueños de la hotelera Be Live se encuentra la familia Matutes, propietaria de la cadena Palladium.
Simón Pedro Barceló ya venía siendo el líder turístico español con relaciones más alejadas al resto de grandes del sector en España, pues su conglomerado se mantiene como el único fuera de los dos grandes lobbies que agrupan a los principales gigantes de la industria en España como son Exceltur de un lado, e Inverotel como baluarte de los hoteleros del Caribe.
Exceltur tuvo el impulso de la familia liderada por Gabriel Escarrer, dueños de Meliá, con el estrecho apoyo de la encabezada por Miguel Fluxá, propietarios de Iberostar y World2Meet (W2M); de Carmen y Luis Riu; de Encarna Piñero al frente de Bahía Príncipe; de José Codolá de la cadena Valentín; de Pedro Luis Cobiella de Hospiten, o de Francisco López de Lopesan, junto a grandes marcas del sector como Iberia, Amadeus, Hotelbeds, NH, Renfe, Senator, Palladium, Jumbo Tours o Servigroup.
Inverotel, por su parte, cuenta como motor a la familia Piñero para defender los intereses hoteleros en el Caribe, en compañía de las principales cadenas en la región, como Meliá, Iberostar, Riu, Excellence, Palladium, Sirenis, H10, Majestic, Princess, Catalonia, Fuerte, Senator, HM, Impressive, Shawellness y el único representante no español, AMResorts, ahora renombrado como AMR Collection, tras la salida del lobby de Bluebay (Dominicana se beneficiará del ataque de AMLO a inversores).
Simón Pedro Barceló viene tratando de mitigar este aislamiento de los lobbies que agrupan a los grandes empresarios turísticos españoles con una fuerte presencia con la patronal española CEOE, aunque sin generar adhesiones que le permitan convertir el tamaño de su grupo en igual influencia sobre todo el sector.
El copresidente para Europa del Grupo Barceló acentuó en los últimos tiempos sus tiranteces con los otros grandes líderes del turismo español, desde con un Escarrer a cuya cadena criticó en una entrevista con un periódico local, hasta un Fluxá a quien amenazó con denunciar, ante cierta fijación con el proyecto de Gabriel Subías que incluye la aerolínea World2Fly (W2Fly).
Simón Pedro Barceló, con su movimiento contra la familia Hidalgo, se gana un nuevo enemigo, mientras aumenta su rivalidad con Viajes El Corte Inglés-Logitravel sobre el liderazgo del negocio emisor en España, y planea subir su competencia con Iberia replicando algunas rutas latinas donde también vuela la aerolínea de IAG, como vino revelando REPORTUR.us.
De hecho, la familia Hidalgo se ofreció a quedarse con los aviones de Iberojet para integrarlos en Air Europa y quitar así a Ávoris su principal fuente de pérdidas y de haber disparado su deuda, según reveló Preferente, pero Simón Pedro Barceló lo rechazó porque proyecta ampliar sus negocios aéreos en lugar de contenerlos.
La expulsión de Globalia del accionariado de Ávoris –que fue adelanta en primicia por Preferente el pasado 18 de octubre en este artículo: (El emisor español renueva sus primeros espadas), y que luego fue replicada por La Información el 20 de octubre, hasta finalmente ser confirmada por el propio grupo el 26 de octubre y difundida por todos los medios–, aleja asimismo a Air Europa del Grupo Barceló, en mercado de vuelos de largo radio que en España tiene como otros actores a Plus Ultra y Wamos Air.
Simón Pedro Barceló, en paralelo a que perdía a ejecutivos clave de su hotelera como Javier Abadía y Jaime Buxó, decidió pedir hace unos dos años un rescate al Gobierno español a través de un fondo estatal de la SEPI de unos 320 millones de euros, pese a presumir en esos mismos días de que su grupo gozaba de mil millones de liquidez, y de que esta ayuda pública le obligase a un mayor control político sobre su empresa, como prohibiciones a despedir o a repartir dividendos.
Simón Pedro Barceló ya trata de reducir esta dependencia con distintas opciones, pero choca con las dudas de sus familiares, de quienes tiene gran dependencia accionarial ya que entre las dos ramas familiares suman el 74 por ciento del capital, quedando el copresidente para Europa con el 26 restante.
Las seis hermanas de Simón Pedro Barceló ostentan el 24 por ciento, y sus cuatro primos, a cargo de los negocios de América, suman el 50 por ciento restante, repartidos entre el 26 por ciento del otro copresidente Simón Barceló Tous, y del otro 24 por ciento entre los tres hermanos de este, como vino revelando ‘Desarrollo‘ (Simón Barceló se fortalece en su grupo gracias al éxito del Caribe).
Los beneficios de la división americana del Grupo Barceló son los que sustentan la bonanza financiera del conglomerado español, por lo que existen dudas entre los accionistas de que lo más idóneo sea seguir la intención de Simón Pedro Barceló de destinarlos a que se inviertan en un negocio de bajos márgenes, altos costes estructurales y una deuda elevada de alrededor de 500 millones.
Simón Pedro Barceló, así, acaba de fortalecer su liderazgo en el turismo español, pero a costa de aumentar su aislamiento con la forma en la que expulsó del accionariado al que era su socio en Ávoris, refrendando su falta de sintonía con toda una serie de grandes del sector que entre ellos exhiben una cercana armonía, y también con un proyecto de potenciar su división emisora del que en su propia familia dudan de que sea el más conveniente, aunque sin que la situación acabe de explotar por el respeto que infunde el patriarca Gabriel Barceló, que demuestra una enorme lucidez a sus más de 90 años, y quien sigue mandando mucho y que sí que es reconocido por todo el gremio ante la magnitud de sus sucesivos logros.
La ejecución de plan este plan provocó un gran dolor sentimental e indignación a la familia Hidalgo
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