Dos aerolíneas rusas, la conocida S7 y la carguera Air Bridge Cargo, han pedido al ministerio de Transportes de su país que les permita devolver algunos aviones a sus propietarios, las empresas de alquiler internacionales, casi todas ellas con sede en Irlanda. El ministerio aún no les ha respondido (Rusia impide a sus pilotos marcharse al extranjero).
Una de las compañías es S7, privada, que quiere devolver dos Boeing 737Max. Estos aviones no están autorizados para volar porque no han pasado el proceso de recertificación exigido por las autoridades, por lo que está en tierra.
Según publica Simply Flying, la compañía habría dicho que “es verdad que hemos pedido la devolución de dos aviones B737Max a quien nos lo alquiló, por la falta de certificación de los mismos en Rusia, lo que nos impide su utilización” (Rusia: “La mayor sustracción de aviones de la historia”).
La aerolínea de cargo, en cambio, quiere devolver 14 de sus 16 Boeing 747 de carga que se encuentran todos en el aeropuerto moscovita de Sheremetyevo. Los aviones de carga son propiedad de BOC Aviation, de China.
Aunque puede resultar sorprendente para cualquier observador que las aerolíneas rusas sólo quieran devolver aquellos aviones que no tienen uso, para las compañías de alquiler, toda devolución es bienvenida porque reduce los problemas financieros en sus balances. No obstante, el éxito de estas operaciones está pendiente de la decisión del gobierno ruso.
No obstante, el éxito de estas operaciones está pendiente de la decisión del gobierno ruso.
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