La ciudad instalará un conjunto de torniquetes y se podrá abonar el ingreso a través de una aplicación
La ciudad de Venecia ha decidido dar un paso más en la lucha contra la saturación turística y cobrar entrada a sus visitantes a partir del verano de 2022, según recoge el medio italiano La Repubblica.
Se trata de una estrategia que el destino ya había tratado de implementar hace dos años, si bien la llegada de la pandemia y el consecuente descenso del turismo, retrasaron los planes de la ciudad.
En concreto, estaba previsto que el ingreso a Venecia costase entre tres y ocho euros a partir de julio de 2020, y parece que el próximo año el ayuntamiento retomará esta idea, dada la gran afluencia de turistas que está experimentando la ciudad este verano.
Para abonar la tarifa, Venecia instalará un conjunto de torniquetes en varios puntos de acceso, combinados con una aplicación que permitirá pagar antes de acceder a la ciudad. Los venecianos estarán exentos del pago, aunque se les pedirá que reserven su visita.
Reducción de la contaminación
El alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro, retrasó los planes de implementación de la entrada a Venecia cuando estalló la pandemia. En aquel momento, sostuvo que el cobro de entrada sería “anacrónico”, dado el momento de emergencia, pero adelantó que seguía considerándola una medida adecuada para elevar el nivel del turismo, más aún, “después de haber visto cómo se ha vuelto a aclarar el agua de los canales estos días”.
El alcalde se refrió a la drástica reducción de la contaminación que había experimentado en Venecia desde que comenzaron a ejecutarse las medidas restrictivas ocasionadas por el coronavirus. El flujo de turistas se ha reducido drásticamente y las aguas se han vuelto tan cristalinas que, incluso, pueden verse los peces.
De esta forma, a pesar del efecto devastador que está teniendo la crisis sanitaria sobre la ciudad veneciana, unas pocas semanas de contención han sido suficientes para descubrir cómo sería sin el tráfico, los vaporettos y los grandes barcos en el Gran Canal. Una visión que parece haber motivado a Brugnaro a mantener ciertas restricciones tras la pandemia.
La ciudad de los canales recibe cada año 25 millones de turistas, de los cuales cerca de 14 millones van a pasar el día, pero no pernoctan.
El alcalde se refrió a la drástica reducción de la contaminación que había experimentado en Venecia desde que comenzaron a ejecutarse las medidas restrictivas ocasionadas por el coronavirus. El flujo de turistas se ha reducido drásticamente y las aguas se han vuelto tan cristalinas que, incluso, pueden verse los peces.
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