Cuando uno viaja, especialmente cuando lo hace en un vuelo de largo recorrido, siempre sueña con que el asiento del vecino esté vacío. Y si son dos, mucho mejor. Así, puede estirarse e incluso dar una cabezadita. Esto ahora va a ser comercializado por Lufthansa, tras un experimento en la ruta entre Frankfurt y Sao Paolo. El viajero deberá pagar por la fila de asientos y podrá ocuparlos, en forma de cama. Pagando entre 159 y 229 euros adicionales.
Esta es una forma, dice la compañía, de mejorar la clase económica. Los vuelos en los que estará disponible este supuesto servicio son los de una duración superior a las 11 horas.
Ese dinero también da derecho a embarque prioritario, una almohada de clase, y una manta.
Hay un secreto, como es lógico: no se puede reservar este servicio anticipadamente, porque obviamente la compañía prefiere vender cada asiento a un pasajero. De lo que estamos hablando es que, en lugar de tener varios asientos vacíos a lo largo del avión, especialmente ahora que estamos en crisis, se concentren y se pueda obtener ese dinero adicional. Por lo tanto, no hay reservas sino que se vende en la puerta de embarque, una vez que la compañía sabe cuántos asientos no se van a ocupar.
La compañía ha dicho que no va a ofrecer más de tres juegos de asientos por avión.
En todo caso, es conveniente recordar que esta oferta sólo es cómoda para pasajeros de baja estatura, y que realmente tampoco estamos hablando de una cama.
De lo que estamos hablando es que, en lugar de tener varios asientos vacíos a lo largo del avión, especialmente ahora que estamos en crisis, se concentren y se pueda obtener ese dinero adicional. Por lo tanto, no hay reservas sino que se vende en la puerta de embarque, una vez que la compañía sabe cuántos asientos no se van a ocupar.
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