Visitar el Hotel Humboldt en la cúspide del Ávila significa integrarse con la naturaleza mientras se aprecia la grandeza de Caracas. Ingresar en las entrañas de uno de los proyectos arquitectónicos más ambiciosos del siglo XX, recorrer los pasillos del imponente edificio blanco de forma cilíndrica, con amplios ventanales, que resplandece a lo lejos o se esconde entre las nubes, recorrer sus salones decorados con el estilo característico de los años 50, con sus techos abovedados en forma de ola, que fueron testigos de importantes eventos, fue enriquecedor.
La visión futurista, la precisión en los cálculos, la nobleza de los materiales utilizados y el innovador diseño del arquitecto Tomás José Sanabria se logran redescubrir en esta obra maestra, tras su remodelación después de haber sufrido modificaciones inadecuadas y hasta el abandono durante décadas.
Historia del Humboldt
199 días le dió Marcos Pérez Jiménez al arquitecto Tomás José Sanabria para finalizar el hotel en 1956, cuando se carecía de la tecnología actual. El reto lo asumió el joven, quien se graduó en Harvard y contaba con gran influencia de la escuela alemana Bauhaus. Los materiales los trasladaron por carretera en jeeps Mercedes Benz, en animales y en algunas cabinas del teleférico, lo que convirtió la construcción en una proeza.
El nombre del hotel fue escogido en honor al naturalista alemán Alexander Von Humboldt.
De vuelta a la vida
En 2012 un discípulo de Sanabria, Gegory Vertullo, comenzó con un equipo de ingenieros y obreros el trabajo de redescubrir la majestuosidad de uno de los edificios emblemáticos el país.
Este arquitecto logró un excepcional trabajo cuidando los detalles y respetando el diseño original. “Esta es una restauración filológica que se hizo respetando todos los criterios, diseños, colores y selección del arquitecto, apoyándose en las fotos de la colección Sanabria, que sirvieron de guía para que Vertullo se orientara”, señaló Gladys Zukkin, gerente de mercadeo del Humboldt.
Entre los cambios que se realizaron en pro de la operatividad fue la actual entrada principal, que era la sala de máquinas de la estación del teleférico, donde se tiene planificado abrir un museo. También se construyó la piscina para niños que no estaba incluida en el diseño original y la colocación de rampas en las escaleras para facilitar el acceso a las personas con movilidad reducida.
Los mosaicos en la entrada fueron repuestos, al igual que las losetas acústicas, con estilo cinético del techo abovedado de la sala de estar y del techo del restaurante, que fueron reemplazadas por nuevas. Algunas de las lámparas diseñadas por Sanabria fueron fabricadas y con la ayuda de una fotografía obtuvieron un diseño 3D para manufacturar las lámparas del restaurante, hechas por un orfebre. En la recepción y en las salas, los muebles tienen el estilo original, respetando el diseño, la forma y la escala de colores. En el bar de las Gaviotas, estas aves volvieron a volar sobre la pared, después de que fuesen retiradas del mural y el bimural de la flora realizado por el catalán Abel Vallmitjana fue retocado, y ahora luce más verde que nunca.
La discoteca o boite conserva su estructura original, con piso y techo de madera y con una pista giratoria que sube hasta colocarse del mismo nivel de la tarima.
Habitación Museo
El arquitecto restaurador decidió dejar una habitación como museo. La habitación 101 está decorada con muebles originales que guardó Francisco "Paco" López. El equipo logró hacer una ambientación con lámparas, cortinas, fotografías y hasta teléfono de los años 50. El resto de las habitaciones tienen una decoración lujosa y moderna, al igual que los baños.
El Guardian del Humboldt
La mayoría de los objetos se recuperaron gracias a que Paco los guardó y escondió. El guardián del Humboldt llegó desde España y se incorporó al equipo que trabajó en la construcción. Durante años vivió en el hotel dándole mantenimiento a todas las áreas y en muchos casos hasta defendió el lugar de los robos. El piano que llegó en 1957 al hotel fue encontrado escondido, tapado con cubrecamas y almohadas; ya funciona perfectamente, al igual que la chimenea de cobre, que fue cambiada de lugar en varias oportunidades.
Como reconocimiento a Paco, le han dedicado el espacio “La bodega de Paco”, donde ofrecen productos coloniales venezolanos, café, cacao, tabacos y ron.
Tomás José Sanabria buscaba que las personas tuvieran contacto con la naturaleza, las nubes, las montañas; que a través de sus ventanales se integraran con la topografía; de tener la visual para ver hacia el litoral, o el espacio para ver hacia Caracas, al dar un giro de 360 grados.
Restaurante. Actividades
En el restaurante principal, hay un menú fijo, especialidades del chef y el programa temático. El director de operaciones Carlos Salas señaló que en el restaurante principal se están rescatando sabores de la época colonial preparados con técnicas vanguardistas. “En algún momento nos damos cuenta que para invitar a venir hasta el Humboldt tenemos que ofrecer algo más”, indicó Salas. Todos los domingos tienen brunch desde las 10:00 am hasta las tres de la tarde; un buffet de más de 85 exquisitos platos de excelente calidad. Su chef estrella es Alejandro Trossel, pero siempre tienen chef invitados para los eventos temáticos. “Si veo que son muy talentosos le doy la oportunidad para que se expongan. Humboldt sirve como una plataforma de exposición, un apalancamiento”.
Si está interesado en hacer una visita guiada hay tres opciones, una que es durante el día, otra en la tarde hasta la noche y una para los estudiantes. En la visita del atardecer se ofrece música chill out, con un DJ, en la terraza del pent house, con copas de vino y comida para picar hasta las 9:00 pm.
En el restaurante principal, hay un menú fijo, especialidades del chef y el programa temático. El director de operaciones Carlos Salas señaló que en el restaurante principal se están rescatando sabores de la época colonial preparados con técnicas vanguardistas. “En algún momento nos damos cuenta que para invitar a venir hasta el Humboldt tenemos que ofrecer algo más”, indicó Salas. Todos los domingos tienen brunch desde las 10:00 am hasta las tres de la tarde; un buffet de más de 85 exquisitos platos de excelente calidad. Su chef estrella es Alejandro Trossel, pero siempre tienen chef invitados para los eventos temáticos. “Si veo que son muy talentosos le doy la oportunidad para que se expongan. Humboldt sirve como una plataforma de exposición, un apalancamiento”.
Si está interesado en hacer una visita guiada hay tres opciones, una que es durante el día, otra en la tarde hasta la noche y una para los estudiantes. En la visita del atardecer se ofrece música chill out, con un DJ, en la terraza del pent house, con copas de vino y comida para picar hasta las 9:00 pm.
Su chef estrella es Alejandro Trossel, pero siempre tienen chef invitados para los eventos temáticos. “Si veo que son muy talentosos le doy la oportunidad para que se expongan. Humboldt sirve como una plataforma de exposición, un apalancamiento”.
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