Caminar por sus calles es conocer sobre la vida del Dr. José Gregorio Hernández
Isnotú, además de conocerse como la tierra de santos y sabios, hoy cuenta una de las historias que ha transformado la vida de muchas personas gracias a su venerable hijo, el Dr. José Gregorio Hernández. Un hombre que a través de la fe y la ciencia revolucionó el mundo entero.
Conocer el estado Trujillo significa toparse con pueblos llenos de tradiciones interesantes, su arquitectura colonial, los paisajes naturales, la calidez de su gente y una fe que rebosa cada calle de la región; definitivamente son los complementos perfectos para una aventura turística, enriquecedora e inolvidable.
Conocer el estado Trujillo significa toparse con pueblos llenos de tradiciones interesantes, su arquitectura colonial, los paisajes naturales, la calidez de su gente y una fe que rebosa cada calle de la región; definitivamente son los complementos perfectos para una aventura turística, enriquecedora e inolvidable.
Se encuentra ubicado en la zona andina del país y está constituido por 20 municipios y 93 parroquias, así que, si eres de los que les gusta conocer pueblos bonitos, este es el lugar indicado para ti. Lo interesante es que cada uno de ellos cuenta su propia historia, y estas seguramente pueden llegar a estremecerte el alma. Como es el caso de Isnotú, una pequeña parroquia que vio nacer al Dr. José Gregorio Hernández Cisneros, un hombre que es reconocido como Santo y que logró darle fama a la pequeña región.
El hijo de Isnotú
Una eminencia en distintas áreas del saber, pero reconocido y amado por ser médico, científico, profesor y filántropo. Sus raíces provienen de Trujillo, y fue reconocido por su rectitud y solidaridad con los más necesitados, la cual fue inspirada por San Francisco de Asís. Además de profunda vocación religiosa, un practicante del catolicismo y con innumerables testimonios de personas que evidencian su santidad.
Es tal el agradecimiento de los favores concedidos, que los feligreses dejan plasmadas cientos de placas, ofrendas o pertenencias en las instalaciones del Santuario del Niño Jesús, lugar en el que se venera. Cada vez son más los grupos de personas que son devotas del Santo, incluso fuera de las fronteras venezolanas. Razón por la que esta localidad es una de las más visitadas por turistas en todo el estado.
Y aunque su proceso de beatificación ha costado al menos 70 años de insistencia a la iglesia católica, hoy los devotos celebran con gozo el tan esperado y merecido reconocimiento al doctor de los milagros, José Gregorio Hernández, ¿maravilloso, verdad?
Antes de ingresar al lugar, nos encontramos con una pequeña capilla en la que se encuentra la estatua del venerable, junto a ella, reposa una placa en la que se reconoce su excelente labor como médico y santo. Esta edificación está pintada completamente de blanco y, en la parte inferior, se detalla una base grisácea. El acceso a ella es completamente libre y las familias que visitan el lugar suelen fotografiarse junto a ella.
Al mismo tiempo, podemos apreciar el santuario que fue diseñado con un estilo moderno convencional, coronado por un modesto campanario. Al entrar al santuario, podemos notar cómo se destacan unos hermosos vitrales con colores llamativos, siendo la perfecta bienvenida y brindando un toque encantador al lugar. Uno de ellos tiene a la Virgen del Carmen y al doctor rodeado de ángeles, con una frase que dice “familia que reza unida, permanece unida”.
Al lado de este santuario, está ubicado el museo que fue construido justo en el lugar donde se encontraba su casa. Allí podemos encontrar algunas pertenencias de los familiares del destacado doctor, y enormes cuadros en los que se aprecian momentos de su vida. Si visitas este lugar te encontrarás con personas, que con amabilidad te recitarán la admirable historia del hijo de Isnotú.
Dentro de este museo también observamos algunos cuadros que han sido inspirados en su desempeño como médico, las etapas de su vida religiosa, sus labores de solidaridad con las personas más necesitadas e, incluso, un cuadro inspirado en la foto del cortejo fúnebre que fue publicada por El Universal en su primera página. Estas pinturas fueron elaborados por Iván Belsky, quien llegó a finales de los años 50 y realizó diversos trabajos de índole religioso.
Los devotos cuando van a pedir o agradecerle los favores recibidos suelen
comprar velas, imágenes con forma de milagros, o estatuillas del Dr. José Gregorio Hernández y lo colocan en el santuario como ofrenda. Algunas personas adquieren estas para tenerla en sus hogares, o simplemente para llevarse un recuerdo de aquella experiencia vivida en Isnotú. Se cree que cuando tienes una estatuilla del doctor en tu casa, la salud de tu familia estará más protegida.
Entonces, ¿Te gustaría visitar Isnotú? Es un lugar que definitivamente vale la pena conocer, y que no te puedes perder. Para llegar a la localidad solo debes dirigirte al terminal central de Valera, allí salen unos autobuses que pasan justamente por la calle del santuario.
Conocer el estado Trujillo significa toparse con pueblos llenos de tradiciones interesantes, su arquitectura colonial, los paisajes naturales, la calidez de su gente y una fe que rebosa cada calle de la región; definitivamente son los complementos perfectos para una aventura turística, enriquecedora e inolvidable.
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