Cristo del Buen Viaje. / Foto: CORTESÍA
En momentos en los que maneirenses, habitantes de la entidad insular y el resto de la humanidad vivimos circunstancias únicas debido a la pandemia por el coronavirus, la luz que refleja el Cristo de Pampatar es motivo de esperanza y Fe para creyentes dispersos alrededor del mundo.
La bajada de la santísima imagen es cada año un momento esperado, sin duda alguna, porque es vivido con amor al verlo y tocarlo. Pero este año, es necesario mantener a distancia la energía que emana más viva que nunca, en medio de las restricciones para resguardar la salud quienes asistían en tan importante evento.
Es por esto que su bajada se realizó por autoridades municipales y eclesiásticas a puerta cerrada, bajo estrictas medidas de bioseguridad a los fines de mantener el fervor de los feligreses y alimentar aún más la tradición, confiados en que mejores tiempos están por venir.
“Es una alegría inmensa para todos nosotros estar cerca del Cristo de Pampatar, le pido mucha salud para todos y que acabe con esta pandemia que hace mella en la humanidad, dándonos mucha fuerza para los tiempo que han de venir y bendiciendo enormemente a los maneirenses y el resto de los venezolanos”, indicó el alcalde Morel David Rodríguez.
Las actividades en torno al Santísimo Cristo de Buen Viaje son muy emotivas, porque reúnen bajo un cobijo fraternal a organizadores, feligreses de todas partes, representantes eclesiásticos y municipales que exaltan plegarias en favor de la humanidad, convencidos que les escuchará y guiará por el camino del Creador.
La autoridad municipal además envió palabras de aliento a los más necesitados y pidió porque el próximo año sea muchos mejor en medio de la nueva normalidad, para que hombres, mujeres y niños puedan alcanzar sus objetivos.
Por su parte Miguel Malaver, representante de la Junta Unificada del Cristo del Buen Viaje, manifestó que “a pesar del momento adverso que se vive los pampatarenses no pierden la Fe en el Cristo y se siente muy orgullosos que representa milagro, sanación, presencia en cada uno de los hogares y fortaleza aún en momentos difíciles”.
Asimismo Mario Rosas, feligrés, recordó que 2020 no se puedo realizar la tradicional bajada por razones conocidas por todos, sin embargo este año se decide hacer “porque el pueblo es consciente del momento que se vive, en el que hay que cuidarse, y sabe que en la santa imagen hay la fuerza necesaria para superar todas las adversidades.
Fueron más de dos meses de preparación para lograr esta significativa actividad, según los organizadores, con apoyo del alcalde Morel David a sabiendas de la importancia del Cristo en las vidas de los creyentes que a distancia seguirán estando allí, aferrados a la Fe como herramienta para poner fin a la pandemia y muy pronto reencontrarnos como hermanos.
“Es una alegría inmensa para todos nosotros estar cerca del Cristo de Pampatar, le pido mucha salud para todos y que acabe con esta pandemia que hace mella en la humanidad, dándonos mucha fuerza para los tiempo que han de venir y bendiciendo enormemente a los maneirenses y el resto de los venezolanos”, indicó el alcalde Morel David Rodríguez.
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