sábado, 18 de julio de 2020

Choroní, pueblo pesquero de Venezuela. BERNHARD WEISSENBACH

Un paraíso escondido entre las montañas del estado Aragua

En las montañas del estado Aragua se esconde un pueblo costero considerado un paraíso por quienes lo visitan. Desde Maracay, capital de estado, una distancia de 40 minutos en vehículo separa la ciudad de este maravilloso destino que hoy descoseremos para ti.

La vía de acceso es estrecha y con curvas pronunciadas por lo que se recomienda hacerla de día. Hay que tener pericia para evitar un incidente, sin embargo el transporte público la enfrenta a diario por lo que creemos que los conductores de la terminal deben cumplir como requisito ser muy habilidosas en cuanto a su oficio, pero todo sea por desconectarse de la rutina y disfrutar de la naturaleza caribeña.

Los que habitan Choroní son unos seres bastantes privilegiados en cuanto a geografía, la montaña boscosa rodea de riachuelos las casas, pero ojo, a menos que sea un temporal de lluvias esto no afecta las edificaciones de este poblado. Así te da la bienvenida el pueblo que se encuentra a 162 km de Caracas y se encuentra a 33 metros sobre el nivel del mar, según lo indica una placa ubicada en la entrada del pueblo.

En todo momento, los caminos no dejan de ser estrechos y el pueblo en sí abunda de fachadas de una Venezuela colonial que data de 1616, año de fundación de Choroní. Desde ahí se percibe lo acogedor del sitio tal como lo son los pobladores de este pueblo costero cuyo oficio más común es el de pescador. Claro está, hay presencia de prestadores de servicios, dueños de posadas, personal trabajador de las mismas, restaurantes y todo lo que deriva del turismo, la principal actividad económica que mueve a este lugar.

Entre las anécdotas históricas que encierran a Choroní está una visita hecha por Bolívar con unos colegas independentistas. Y es que durante el siglo XVIII, Choroní era un puerto pesquero habitado por mantuanos, hacendados ricos que vivían en casas amplias y confortables. He ahí el motivo por el cual cuenta con una Plaza Bolívar, una iglesia y entre otros tantos relatos que esconde es que durante el gobierno de Juan Vicente Gómez fue construida una central hidroeléctrica. Entretanto, la presencia de alemanes era notoria con gran afluencia hasta hace unos años (suponemos que producto del malestar socio-político, abandonaron la población) y como no ser una parada obligada de estos europeos que arribaron precisamente en este sector cuando fueron traídos en 1843 para hacer uso de las tierras que hoy conforman la Colonia Tovar en la misma entidad.