Hablarles de Chuao es sinónimo de una tierra ancestral donde el amor por su cultura, sus costumbres y su gente se mantiene con el pasar de los años.
Su mayor orgullo, el Cacao, fruto que ha sido premiado en diversas ocasiones por dar origen a los mejores chocolates del mundo.
Para llegar a esta población partimos en una embarcación del malecón de Puerto Colombia, en Choroní, navegamos por media hora por la brava marea de la costa aragüeña y nos deleitamos con sus azules intensos y paredes de roca que parecen salidas de unos cuentos de piratas, culminada la travesía llegamos a éste pequeño pueblo rico en sabor y tradición.
Al bajarnos del peñero el primero en recibirnos fue, Octavio Chávez, mejor conocido como chipilín, este moreno de estatura y contextura imponente, de verbo regio y bromista, es un cultor popular que ha dedicado su vida a mantener la tradición cacaotera, luego del saludo lo sucesivo fue degustar un rico helado de Chocolate, para aliviar el calor e ir probando el dulce sabor de esta tierra costeña.
Nos subimos en una unidad muy particular para recorrer Chuao y llegamos al cementerio para conocer la historia del Árbol de los Espíritus.
Árbol de los Espíritus
"Donde se inmortalizan los muertos", se desconoce quién le dio origen a la leyenda del Árbol de los Espíritus, lo cierto es que se ha convertido en una tradición y en un atractivo turístico que cautiva a propios y visitantes.
Justo en la entrada al pueblo de Chuao se encuentra el cementerio y a su vez en la entrada al cementerio, un gigantesco árbol es lo primero que se divisa. Lo más impresionante son sus raíces de las cuales parecieran brotar nudos con figuras de rostros humanos. Nos comentó Chipilín que cada persona que muere en el pueblo de Chuao se dice que está petrificada en este árbol por ellos sus habitantes aseguran que al morir no abandonan ni el pueblo ni a los suyos, esta creencia se ha convertido en una esperanza para sus pobladores quienes señalan, "Al morir los recibiré en el cementerio y los veré pasar desde el Árbol de los Espíritus".
La Ceremonia del Cacao
Como toda una ceremonia se lleva a cabo la escogencia, secado y tostado del cacao. En la plaza central del pueblo, donde ocurren las actividades importantes de Chuao, todos los días las mujeres de la comunidad son las encargadas de tender los granos para que se sequen al sol, cuidando que la lluvia no las sorprenda y les dañe el producto.
Un trabajo que en la mayoría de las ocasiones es acompañado de un canto, para animar la laboriosa faena como lo hacían los ancestros que habitaron estas tierras hace más de cuatro siglos, melodías que datan de la época de la colonia y eran entonadas por los esclavos para aliviar el calor de la costa y el duro trabajo de ese momento.
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