lunes, 20 de febrero de 2012

Aroa, el pueblo de las minas

Al noroeste de Yaracuy está la tierra donde habitaban los ciparicotos

Llegar a Aroa, al noroeste de Yaracuy, es un interesante paseo, ya sea viniendo por la vía Barquisimeto-Duaca o por la vía San Felipe-Albarico-Yumare, bordeando las montañas que forman el Parque Nacional Yurubí.

Llena de historia, Aroa se encuentra en el lugar donde habitaban los ciparicotos, tribus de origen caribe a quienes encontró en 1531 el conquistador Nicolás Federmann, famoso operador de los Welzer. 

Aroa surgió como un campamento para la explotación de las minas de cobre, que fueron descubiertas en 1605 por Alonso Sánchez de Oviedo. Luego de varias administraciones, finalmente llegaron a manos de Francisco Marín de Narváez, tatarabuelo de Simón Bolívar. Así fue pasando de generación en generación hasta que en 1811, el Libertador las hereda.

El cobre de allí extraído era de gran demanda mundial, tanto así que Alexander von Humboldt, quien habiendo visitado la zona, escribió en sus notas: "El cobre conocido en Cádiz con el nombre de &39;cobre de Caracas&39;, es de excelente calidad, y aún se le prefiere a los de Suecia y de Coquimbo en Chile". 

A la muerte de Bolívar, su hermana Antonia se encarga de la administración y las vende a un consorcio inglés en 1832. Los británicos le dieron un extraordinario impulso al pueblo, tanto es así que construyeron un sistema telegráfico, un hospital, hicieron proyecciones cinematográficas y, quizás la más importante obra después de la propia mina, trajeron el gran ferrocarril, inaugurado por Antonio Guzmán Blanco en 1877 con el nombre de Bolívar Railway Company. En una primera etapa viajó desde Tucacas a Aroa, luego de Aroa a Barquisimeto. Funcionó hasta 1958.

En 1977 se creó el Parque Minas de Aroa, donde se pueden apreciar los galpones y las maquinarias de lo que una vez fue un gran centro de desarrollo para toda la región centro occidental del país. 

El centro de Aroa muestra hoy reminiscencias de un glorioso pasado; la sencilla iglesia dedicada a su patrón San Miguel Arcángel entró en servicio en 1909. La Plaza Bolívar, con su estatua del Libertador sobre una clásica columna romana, está rodeada de casas que se pasean desde la época colonial hasta tiempos actuales, pasando por los años en que Juan Vicente Gómez gobernaba el país. 

Aunque se han hecho trabajos de restauración y mantenimiento, es mucho lo que todavía falta por hacer. El Parque de las Minas debe ser recuperado, los rieles y estaciones del Gran Ferrocarril Bolívar una vez reconstruidos podrían ser un extraordinario atractivo para el turismo histórico.

Aroa Estado Yaracuy. Municipio Bolívar. Altura: 290 msnm.

Más información: www.pueblosdevenezuela.com

Germán Montero Alcalá / La Verdad.com