Los viajeros pueden escalar, pescar, navegar en el Lago Argentino.
Visitar el Parque Nacional los Glaciares, las estancias patagónicas y disfrutar de la gastronomía, también hace parte de las opciones turísticas de este lugar.
Abrir el ropero, entrar, dar unos pasos y llegar a El Calafate. No es magia, pero parece, por lo que se ve y se vive en esta región que, perfectamente, pudo ser el escenario natural para rodar El león, la bruja y el ropero, de la saga Narnia.
Los paisajes aquí parecen sacados de un cuento. Desde el avión, justo antes de aterrizar, se pueden ver kilómetros y kilómetros de estepa: una superficie arenosa, que solo termina cuando la mirada se encuentra con el contraste del azul intenso del Lago Argentino.
El sol en La Patagonia se percibe más grande y brilla con más fuerza. La luz es más blanca y crea un efecto de espejo en el lago, que lo asemeja más a un mar donde las montañas se duplican.
Aquí es suficiente con girar la cabeza para encontrarse con una nueva sorpresa; esta vez, el idílico pueblo de El Calafate. Construido sobre un terreno plano, huele a asado argentino y a humedad, causada por el lago. Se asemeja a un pesebre y parece que lo hubiesen recortado y puesto en ese lugar.
Las casas parecen de mentiras, son coloridas, pequeñas, de techos triangulares y utilizan maderas de la región para las puertas y ventanas.
La villa, que cuenta con aproximadamente 20.000 habitantes, se siente despoblada y tranquila. Se puede caminar,trotar o montar en bicicleta sin pensar en el tráfico. Es agradable ver más árboles que carros, pues hay muy pocos de estos.
La comida también guarda la mística de los gauchos. Los asados son el reflejo de una cultura milenaria en la que la carne, las aves y los bovinos se adoban tan solo con sal y se reduce la grasa en las brasas. Olvídese de la dieta, aquí no va querer dejar de comer.
Parque Nacional los Glaciares
Esta reserva natural se encuentra a 70 kilómetros de la ciudad de El Calafate y el recorrido en bus dura una hora. Uno de los momentos más emocionantes se da al llegar a la Curva de los Suspiros, que fue bautizada así por las reacciones que tienen las personas al ver el glaciar por primera vez.
Ya en el parque, se puede caminar por las pasarelas (superficies metálicas), tomar fotos, ver los desprendimientos de hielo, acampar, realizar montañismo, senderismo, escalar ciertas zonas del glaciar, navegar por el Lago Argentino, pescar y comprar accesorios.
Balcones de Calafate
Sale desde la villa de El Calafate, para ascender hasta 1.050 metros sobre el nivel del mar, donde está la cima del Cerro Calafate. Desde allí se tiene una vista panorámica de la villa, del Lago Argentino y de los glaciares. Además, se hace una caminata por terreno semidesértico en el Laberinto de Piedras (rocas cretácicas).
Caminata sobre el hielo
Se navegan 20 minutos en catamarán por el Lago Argentino para realizar la caminata sobre el glaciar Perito Moreno. Al llegar a la orilla, se desembarca y se realiza una marcha para dejar en una cabaña las pertenencias.
Posteriormente, los guías se encargan de ponerle a cada cual los crampones (zapatos metálicos para mejorar la adherencia al hielo). La caminata sobre el glaciar dura dos horas y se recorren apenas unos kilómetros de toda su extensión. Al llegar a lo más alto, se brinda con whisky.
Día de campo en La Patagonia
En un día en una estancia patagónica se conoce como es la vida en el campo y se descubre algo de las tradiciones y de la mística gaucha. Si se anima a realizar este plan, verá el proceso de arreo de ovejas con perros de raza border collie y caballos argentinos. También verá de cerca el proceso de crianza, esquila y venta de lana.
Puede realizar cabalgatas y caminatas guiadas en el interior de la finca y al Lago Argentino. Para terminar, es clave disfrutar de un cordero patagónico al asador y de un espectáculo compuesto por danza y música gauchas.
Encuentre más información sobre el Parque Nacional Los Glaciares en: parquesnacioanles.gov.ar
MIGUEL JARAMILLO ÁNGEL / EL TIEMPO
Visitar el Parque Nacional los Glaciares, las estancias patagónicas y disfrutar de la gastronomía, también hace parte de las opciones turísticas de este lugar.
Abrir el ropero, entrar, dar unos pasos y llegar a El Calafate. No es magia, pero parece, por lo que se ve y se vive en esta región que, perfectamente, pudo ser el escenario natural para rodar El león, la bruja y el ropero, de la saga Narnia.
Los paisajes aquí parecen sacados de un cuento. Desde el avión, justo antes de aterrizar, se pueden ver kilómetros y kilómetros de estepa: una superficie arenosa, que solo termina cuando la mirada se encuentra con el contraste del azul intenso del Lago Argentino.
El sol en La Patagonia se percibe más grande y brilla con más fuerza. La luz es más blanca y crea un efecto de espejo en el lago, que lo asemeja más a un mar donde las montañas se duplican.
Aquí es suficiente con girar la cabeza para encontrarse con una nueva sorpresa; esta vez, el idílico pueblo de El Calafate. Construido sobre un terreno plano, huele a asado argentino y a humedad, causada por el lago. Se asemeja a un pesebre y parece que lo hubiesen recortado y puesto en ese lugar.
Las casas parecen de mentiras, son coloridas, pequeñas, de techos triangulares y utilizan maderas de la región para las puertas y ventanas.
La villa, que cuenta con aproximadamente 20.000 habitantes, se siente despoblada y tranquila. Se puede caminar,trotar o montar en bicicleta sin pensar en el tráfico. Es agradable ver más árboles que carros, pues hay muy pocos de estos.
La comida también guarda la mística de los gauchos. Los asados son el reflejo de una cultura milenaria en la que la carne, las aves y los bovinos se adoban tan solo con sal y se reduce la grasa en las brasas. Olvídese de la dieta, aquí no va querer dejar de comer.
Parque Nacional los Glaciares
Esta reserva natural se encuentra a 70 kilómetros de la ciudad de El Calafate y el recorrido en bus dura una hora. Uno de los momentos más emocionantes se da al llegar a la Curva de los Suspiros, que fue bautizada así por las reacciones que tienen las personas al ver el glaciar por primera vez.
Ya en el parque, se puede caminar por las pasarelas (superficies metálicas), tomar fotos, ver los desprendimientos de hielo, acampar, realizar montañismo, senderismo, escalar ciertas zonas del glaciar, navegar por el Lago Argentino, pescar y comprar accesorios.
Balcones de Calafate
Sale desde la villa de El Calafate, para ascender hasta 1.050 metros sobre el nivel del mar, donde está la cima del Cerro Calafate. Desde allí se tiene una vista panorámica de la villa, del Lago Argentino y de los glaciares. Además, se hace una caminata por terreno semidesértico en el Laberinto de Piedras (rocas cretácicas).
Caminata sobre el hielo
Se navegan 20 minutos en catamarán por el Lago Argentino para realizar la caminata sobre el glaciar Perito Moreno. Al llegar a la orilla, se desembarca y se realiza una marcha para dejar en una cabaña las pertenencias.
Posteriormente, los guías se encargan de ponerle a cada cual los crampones (zapatos metálicos para mejorar la adherencia al hielo). La caminata sobre el glaciar dura dos horas y se recorren apenas unos kilómetros de toda su extensión. Al llegar a lo más alto, se brinda con whisky.
Día de campo en La Patagonia
En un día en una estancia patagónica se conoce como es la vida en el campo y se descubre algo de las tradiciones y de la mística gaucha. Si se anima a realizar este plan, verá el proceso de arreo de ovejas con perros de raza border collie y caballos argentinos. También verá de cerca el proceso de crianza, esquila y venta de lana.
Puede realizar cabalgatas y caminatas guiadas en el interior de la finca y al Lago Argentino. Para terminar, es clave disfrutar de un cordero patagónico al asador y de un espectáculo compuesto por danza y música gauchas.
Encuentre más información sobre el Parque Nacional Los Glaciares en: parquesnacioanles.gov.ar
MIGUEL JARAMILLO ÁNGEL / EL TIEMPO
--
FOMENTAR EL TURISMO PARA COMBATIR LA POBREZA
http://travel.guillen.com.ve/
No hay comentarios:
Publicar un comentario