Este fruto amazónico, similar al arándano, representa la unión entre la preservación del medio ambiente, el desarrollo económico sostenible y las tradiciones culturales de la región.
El açaí, se pronuncia assaí, es un fruto amazónico muy apreciado por sus propiedades nutricionales. Tiene un sabor que recuerda a una mezcla de bayas con chocolate, frambuesa silvestre o uva, aunque un poco más ácido.
Considerado un superalimento, el açaí contiene aminoácidos, proteínas, vitaminas y minerales; ayuda a reducir el estrés y la ansiedad al disminuir los niveles de cortisol; elimina toxinas y purifica el sistema digestivo; aumenta la energía y la vitalidad; tiene efectos antienvejecimiento por sus propiedades antioxidantes; contribuye a la reducción del colesterol LDL y del peso corporal; elimina las grasas y fortalece el sistema inmunológico.
En el norte de Brasil, el açaí se consume a diario acompañado de harina de mandioca, pescado, ensaladas y salsas. También son muy populares los zumos, los helados, los batidos y el consumo de la fruta pura. También se puede encontrar deshidratado, ideal para utilizar (rehidratado) en pasteles, salsas, zumos y platos salados. Con el açaí también se elaboran cosméticos para diversos usos.
El açaí es el fruto de la palmera Euterpe oleracea, que necesita mucha agua para generar las primeras flores. La temporada de recolección se produce principalmente entre los meses de agosto y noviembre, en plena estación seca, el llamado ‘verano amazónico’.
Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, el estado de Pará, situado en el norte de Brasil, produce más del 93 % de esta fruta amazónica, lo que supone un total aproximado de 1,7 millones de toneladas al año.
Para Marcelo Freixo, presidente de la autoridad brasileña de turismo, EMBRATUR, ‘el açaí es un verdadero regalo de la Amazonia al mundo y un vibrante embajador de nuestra gastronomía. Representa no solo la riqueza de nuestra biodiversidad, sino también cómo es posible construir una economía pujante, de forma sostenible, respetando la selva y valorizando las comunidades locales. Es un modelo que Embratur quiere mostrar a todos los viajeros que buscan experiencias auténticas y con sentido en nuestro país’.
El Festival Internacional Açaí Pará se realizará en Belém del 10 al 21 de noviembre, promoviendo la cultura paraense y la cadena productiva local de esta fruta sostenible que ayuda a preservar el ecosistema amazónico. El festival incluirá espacios de formación para recolectores, enfocados en mejorar las prácticas de manejo del fruto.
Como destino turístico, Belém, situada a orillas de la bahía de Guajará, combina la exuberancia de la selva amazónica con un fascinante patrimonio cultural, fruto del encuentro entre indígenas, africanos y europeos. La arquitectura colonial, los mercados tradicionales y su rica gastronomía hacen de la ciudad una invitación irresistible para profundizar en las raíces de Brasil y descubrir un mundo donde la naturaleza y la cultura se entrelazan de forma única.
En Belém, capital de Pará, en el norte de Brasil, se celebrará en noviembre la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP30. Por primera vez, el evento se celebrará en el corazón de la Amazonia, la selva tropical más grande del mundo y hogar de al menos el 10 % de la biodiversidad mundial.
Algunos atractivos turísticos de Pará
Mercado Ver-o-Peso y Complejo Feliz Lusitânia. Considerado Patrimonio Cultural de Brasil por el Instituto del Patrimonio Cultural Artístico e Histórico (Iphan), Ver-o-Peso es el mayor mercado al aire libre de Iberoamérica y una auténtica inmersión en la cultura de Pará. Allí se pueden encontrar artesanía típica marajoara, plantas medicinales, frutas regionales, especias, comida típica y mucho más.
Muy cerca del mercado, el Complejo Turístico Feliz Lusitânia concentra edificios centenarios de la época de la colonización y una increíble vista de la bahía de Guajará.
Estación de las Docas. Es un complejo cultural, turístico y gastronómico situado a orillas de la bahía de Guajará, repleto de tiendas de artesanía y comida típica amazónica, como la cerveza artesanal y el helado de açaí. Desde la Estación das Docas salen los paseos en barco por la bahía de Guajará y por el río Guamá, con hermosas vistas de la ciudad.
Teatro da Paz. Es el teatro más grande del norte del país y uno de los más lujosos de Brasil. Primera sala de conciertos construida en la Amazonía, con características arquitectónicas neoclásicas e inspirada en el Teatro alla Scala de Milán, fue inaugurada en 1878 para acoger grandes espectáculos de ópera.
Mangal das Garças e Ilha de Combu. A orillas del río Guamá, el Parque Zoobotánico Mangal das Garças representa un pedacito de Amazonia en pleno centro urbano. Desde la plaza Princesa Isabel salen los barcos hacia la isla de Combu; tras un trayecto de 15 minutos, los viajeros se adentran en la selva amazónica y pueden ver de cerca cómo viven las comunidades ribereñas. Durante el recorrido, hay opciones gastronómicas, senderos y visitas guiadas a plantaciones de cacao y fábricas de chocolate artesanal.
Cómo llegar. São Paulo y Río de Janeiro son los principales centros aéreos internacionales de Brasil y ambas ciudades ofrecen vuelos diarios a ciudades amazónicas como Belém, capital del estado de Pará, y Manaos, capital del estado Amazonas, ubicados al norte del país sudamericano.
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