Parecía que jamás podría ocurrir: el que fuera el primer fabricante de aviones del mundo, Boeing, regresa del salón de París a su casa sin haber vendido ni un avión en los cinco días que duró el evento, mientras su primer rival, Airbus, alcanzó los 394 aviones (Salón de París: Boeing aún sin vender un avión).
Hay otros dos ganadores, a su manera: Embraer, el fabricante brasileño vendió 216 aviones mientras que ATR, el francoitaliano, colocó 25 unidades en Estados Unidos, donde apenas tenía presencia (París: otros cien aviones más para Airbus durante el martes).
Nunca una venta se gestiona íntegramente en una de estas grandes ferias, sino que se prepara con antelación. Boeing sabía que iba a tener un resultado lamentable por lo que ningún directivo de primera línea acudió desde Estados Unidos a París.
Pero hay que decir algo a favor de Boeing: no vendió nada en París, pero porque optó por ‘regalar’ a Donald Trump los anuncios de la venta de 303 aviones durante el viaje de este por Oriente Medio el pasado mes de mayo, donde se cerraron operaciones con casi todas las grandes aerolíneas de la región.
Que en pleno salón de París tuviera lugar la tragedia de la India tampoco ayudó a la buena imagen del fabricante, incluso aunque hasta el momento no se haya descubierto ningún dato que lo responsabilice.
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