Jeff Mulder, el director de aeropuerto de Oklahoma, en el centro de Estados Unidos, ha dado la voz de alarma: el edificio Legends Tower que está planificado en la ciudad y que tendrá una altura de 581 metros, puede ser un obstáculo para la aviación y crear retrasos en el aeropuerto.
La ciudad de Oklahoma le ha dado permiso al promotor para que el edificio tenga la altura que quiera y que, por supuesto, será el más alto de Estados Unidos. El problema que surge es la aviación, tal como ha admitido la FAA, autoridad de la Aviación Civil, que ha tomado cartas en el asunto, por lo que los arquitectos han parado y están ahora considerando qué hacer. Una opción planteada por el estudio de arquitectura es reducir la altura, que ellos no consideran un elemento estratégico, excepto desde el punto de vista publicitario.
En Estados Unidos, la normativa de aviación permite construir edificios en las ciudades de hasta 609 metros. Pero la misma norma añade que puede haber circunstancias específicas en un lugar determinado que limiten la altura.
Legend Towers no es el primer edificio que tendría que limitar la altura. En 2016 la autoridad de la Aviación Civil (la FAA) ordenó que un edificio proyectado en la ciudad de Seattle, que podría constituir un problema para la aviación, redujera su altura.
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