Balnearios como Jan Thiel y Mambo Beach esconden tras su apariencia natural y refrescante un arduo trabajo de acondicionamiento. Estas orillas, que se ubican cercanas al centro de comercio y a los hoteles más populares, eran en principio cúmulos de arrecifes y piedras inhóspitos para los bañistas.
¿Qué hace a Curazao tan especial? Además de su autenticidad, la capacidad que tienen los curazoleños para transformar el entorno y adaptarlo a sus necesidades. La isla posee numerosas playas, muchas de ellas totalmente vírgenes, pero otras, sobre todo las turístico-comerciales, que están más cerca del centro, fueron literalmente construidas para brindar disfrute y comodidad a los turistas.
Balnearios como Jan Thiel y Mambo Beach esconden tras su apariencia natural y refrescante un arduo trabajo de acondicionamiento. Estas orillas, que se ubican cercanas al centro de comercio y a los hoteles más populares, eran en principio cúmulos de arrecifes y piedras inhóspitos para los bañistas. Ahora son playas de arena blanca y aguas cristalinas, sin oleaje y con acceso para personas con discapacidad, entre otras comodidades. Sean naturales o no, las playas de Curazao invitan a la diversión y al descanso, a nadar, practicar esnórquel, tomar un coctel o simplemente a echarse en la arena.
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