Los deportes marítimos o simplemente disfrutar del agua cristalina de sus 35 balnearios son excelentes opciones (Cortesía y Ernesto Ecarri Hung). |
Ubicada al sur del Mar Caribe, a sólo 50 kilómetros de la costa noroccidental venezolana, pertenece a las denominadas islas de Sotavento junto a sus vecinas Aruba y Bonaire. Hasta 2010 perteneció a las Antillas Neerlandesas.
Los venezolanos son considerados unos de los turistas más interesantes para quienes trabajan en este destino. De acuerdo a las estadísticas que maneja la Oficina de Turismo de Curazao alrededor de 85 mil venezolanos pasarán por esta isla en 2013. Siendo la segunda nacionalidad que más visita la isla luego de los holandeses.
Sus hermosas costas y un clima caracterizado por el buen sol, la mayor parte del año, permiten toda clase de actividades con el mar como telón de fondo.
Quienes decidan limitar su actividad a disfrutar de la arena, descansar en una confortable tumbona y solo caminar, de rato en rato, para tomar un baño de playa, Caracasbaai, Jan Thiel y Mambo Beach son excelentes opciones. Otra alternativa es Playa West Punt que posee una característica especial, su arena es oscura debido a su orígen volcánica.
Si quiere dedicar un día de su estadía a un balneario especial contacte a un operador turístico local para que le organice una ida a Klein Curazao, una pequeña isla deshabitada de arena muy blanca y de coral con aguas que muestran tonalidades que van desde el azul intenso al turquesa. Es tan cristalina que no hace falta máscara para ver la vida marítima del fondo. Los touroperadores ofrecen viajes con comida y bebida incluida.
Pero si lo que busca son actividades un poco más intensas en el mar, una buena posibilidad es hacer snorkel o buceo en los más de 65 puntos dispuestos para esta actividad.