EL VERDADERO CURAçAO

La mayor de las Antillas Holandesas, Curaçao, se ve y se siente como una isla distinta. Aunque está casi al lado de Aruba, aquí no predominan los megahoteles frente al mar (de hecho, las mejores playas, como Cas Abao o Kenepa están lejos del centro y no tienen ninguna infraestructura) y, en cierto modo, se respira un ambiente mucho más de ciudad. La capital, Willemstad, fue declarada Patrimonio de la Unesco en 1999 y aún conserva la arquitectura colonial holandesa, con esas clásicas fachadas multicolores que se ven comúnmente en Amsterdam.

En Curaçao surgió el papiamento -el particular idioma de las Antillas Holandesas- y es el lugar donde se fabrica originalmente el licor de Curaçao (aunque luego los alemanes inventaron el Curaçao Blue). Además, es una isla llena de historia: fue uno de los principales centros de comercio de esclavos africanos durante la Colonia, dato del que uno puede enterarse en el muy recomendable y espeluznante museo Kurá Hulanda, en Willemstad (www.kurahulanda.com), que cuenta la historia de este infame comercio en Curaçao y en el mundo. 

Fuente: El Mercurio.com / Por Sebastián Montalva Wainer.

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