lunes, 19 de diciembre de 2011

Aguinaldos y hallacas llegan a los poblados del sur


Foto Raimundo Rubio

En varias casas se conservan algunas guirnaldas en ventanas y puertas, esto para mantener el espíritu navideño

Comunidades de Upata y El Pao, en el municipio Piar, y los poblados aledaños que bordean la carretera que los une, consideran que las alegrías de antaño y las sensaciones de expectativas por las fiestas decembrinas se han desvanecido; sin embargo, otros luchan por conservar aquellas tradiciones que unen a la familia en las navidades. Con entusiasmo preparan sus platos y adornan sus casas, esperando celebrar a lo grande el nacimiento del Niño Dios.

Memorias y nostalgia se asoman en las palabras de los que viven en El Pao y en sectores que están en la vía que conduce a este pueblo. Añoranzas de tiempos mejores, de calles adornadas, de parrandas y de navidades coloridas son remembranzas que se niegan a quedar en el recuerdo. Correo del Caroní recorrió algunos de estos lugares que todavía conservan las ganas de revivir el entusiasmo de la Navidad.

“Diciembre ya no es como antes, donde la gente compartía, se reunía y celebraba sanamente y sin violencia ni maldad. El tiempo y la situación del país, la crisis económica, política y social han influido y han cambiado nuestras tradiciones y costumbres, nos volvimos apáticos y poco alegres”, reflexiona Jenny Boutton, habitante de Sierra Caroní, sector adscrito a la Parroquia Pozo Verde del municipio Caroní.

Su casa muestra ventanas adornadas con guirnaldas y luces para reanimar el sentimiento de estas fechas. “Es la costumbre, para no perderla, por eso pusimos nuestros adornitos”, resalta la mujer, quien añade que, las hallacas y la cena de Navidad tampoco faltarán en su hogar este año. “Pueden perderse muchas costumbres pero la tradición de la hallaca nosotros la conservamos, quizás para el 20 ya estén listas”, estimó la vecina.

“Ojalá regresaran esos tiempos”
Al avanzar por la carretera finalmente se logra llegar a El Pao, sector que pertenece a la parroquia Andrés Eloy Blanco del municipio Piar. En las calles de este pueblito, mujeres y hombres recuerdan aquellos años de parrandas y alegría que la gente alguna vez vivió. Vestidos con sus mejores trajes llegaban a la plaza y disfrutaban de las fiestas que la empresa Ferrominera Orinoco (FMO) les regalaba.

“Ferrominera premiaba a las calles mejor adornadas, traía parrandones y la gente salía a disfrutar, eran tiempos muy bonitos”, reseña Elita Parra, quien tiene viviendo en este sitio más de 40 años.

Parra señala que, aunque muchas costumbres se han perdido, las misas de aguinaldo son una tradición que se ha mantenido intacta, siendo una de las actividades más disfrutadas por los habitantes. “Es una de las cosas que nos queda y realmente son muy bellas, pero me encantaría que se revivan todas esas cosas que vivimos nosotros, para que las vivan nuestros niños. Ojalá regresaran esos tiempos, cuando todos compartíamos, pero es cuestión de integración, de reunirnos, de organizar con los vecinos una mejor Navidad”. Diana Pérez Gámez / correodelcaroni.com